Hasta el propio Paco Linares lo pide. Y yo ya creo que aquí está todo dicho. Es verdad que no todos los imputados de asuntos judiciales tienen que plantearse dejar sus responsabilidades políticas porque hay casos y “casos”. Muchos de los que he conocido han sido luego archivados, cerrados o abandonados en el camino en favor de los que al principio se acusaban.Pero todo hace indicar que, en el “caso de los trajes” del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, la cosa “huele de otra forma”.Y me ha sorprendido leer en la edición digital del “Europasur” el comentario semanal de Francisco Linares, ex-presidente del PP sanroqueño, ex-concejal y ahora militante raso de este grupo político decir cosas tan claras como “...Por dignidad, por honor, por decencia, el sr. Camps no debería dejar pasar ni un minuto mas sin presentar su dimisión...”. Si señor, mas claro agua.
Es verdad que esto es un tira y afloja, un encaje difícil de solventar en un gobierno que pretende ser la alternativa a la honestidad, la transparencia y el impulso que nuestro país necesita para salir de este bache de crisis que nos alimenta desde hace cuatro años.
Pero también es verdad lo que dice el amigo Paco Linares en su artículo, al final... “si Camps es capaz de anteponer sus intereses personales a los generales, si tiene la suficiente falta de escrúpulos como para colocar sus intereses particulares por encima de los de España, entonces, los demás, tenemos derecho a pensar que pueden tener razón quienes le acusan”. Ha dicho.