Publicaba hace unos días el diario “El Faro” que la autopista de la Costa del Sol, desde San Roque a Málaga ha aumentado pos estas fechas sus precios de peaje en un porcentaje superior al 60 %. Bestial. Ya lo sabíamos. Siempre hacen lo mismo por verano, Semana Santa y Navidad. No pierden ni una, evidentemente con el visto bueno de la Administración del Estado que en su día le dio a esta empresa la concesión.
A todo esto, leo en la prensa malagueña que la Diputación de Málaga, además del Ayuntamiento de Marbella y otras administraciones públicas piden al gobierno que “perdonen” el peaje en el tramo de San Pedro de Alcántara, mientras que duren las obras del soterramiento de una de las calzadas de la 340 a su paso por este punto de la Costa del Sol.
Mientras, continúan las obras de mejoras en varios tramos de la autopista, mejoras de taludes, estrechamiento de calzadas en varios tramos, mejoras de arcenes y zonas de rodaje... desastre de autopista que nadie quiere ver y que vengo denunciando públicamente como un desatino desde hace meses en este blog y me consta que son muchos usuarios los que siguen estas protestas.
Lamento que nadie nos quiera escuchar. No vamos a parar hasta que esto tenga una solución.
Aunque mi voz solo sea un coche en el inmenso océano de los miles y miles que recorrer la A-7 cada día del año.
A todo esto, leo en la prensa malagueña que la Diputación de Málaga, además del Ayuntamiento de Marbella y otras administraciones públicas piden al gobierno que “perdonen” el peaje en el tramo de San Pedro de Alcántara, mientras que duren las obras del soterramiento de una de las calzadas de la 340 a su paso por este punto de la Costa del Sol.
Mientras, continúan las obras de mejoras en varios tramos de la autopista, mejoras de taludes, estrechamiento de calzadas en varios tramos, mejoras de arcenes y zonas de rodaje... desastre de autopista que nadie quiere ver y que vengo denunciando públicamente como un desatino desde hace meses en este blog y me consta que son muchos usuarios los que siguen estas protestas.
Lamento que nadie nos quiera escuchar. No vamos a parar hasta que esto tenga una solución.
Aunque mi voz solo sea un coche en el inmenso océano de los miles y miles que recorrer la A-7 cada día del año.