lunes, 15 de septiembre de 2025

Carta a Amancio Ortega


      Señor Ortega:

Estoy seguro que está usted gozando de una espléndida jubilación cosa de la que me alegro después de tantos años de trabajo duro, de expansión de una empresa con prestigio por todo el mundo y de haber hecho un capital y una fortuna inmensa que -nadie duda- ha sido construida a base de esfuerzo y trabajo.

Tengo que agradecerle sus enormes gestos de generosidad de los que tendría que aprender otras tantas empresas españolas, bancos incluidos, que deberían aportar un poco mas a la sociedad de la que se fluyen y con la que conviven desde siempre. Por ello, para usted, mi admiración y gratitud.

Pero a lo que vamos. El sábado pasado estuve en La Cañada, en el Centro Comercial de Marbella, uno de los mas grandes de Andalucía y que ofrece una estupenda oferta en tantas cosas. Sin embargo he de decirle que quedé triste cuando fui a su tienda de esta centro comercial.

Rápidamente me di cuenta de que se había cambiado la zona de pagos en el departamento de caballeros. Pero cual fue mi asombro al ver que no había cajeras ni cajeros. No. Si es verdad que había una chica que "asesoraba" a quien quería pagar una prenda. Se trata de que usted (o los que ahora presiden y gobiernan su empresa, con los que seguro usted tiene buenas relaciones) han decidido "eliminar" el personal de las cajas. Ahora hay que situar la compra en una especie de cajón que está controlado por una serie de radares que lo hace todo, entrega de bolsa incluida.

Y yo no percibí, sr. Ortega, el aroma de las mujeres y hombres que han trabajado desde su creación en las cajas de Sara, no me sentí respaldado por el calor humano que este tipo de trabajadores ofrecen a los clientes de sus tiendas.

Puedo comprender las "modernuras", los avances de las tecnologías, la cosa de estar al día en todo. Pero, sr. Ortega, déjeme decirle que creo que no es buena opción esta. Al margen de la pérdida de puestos de trabajo (que quizás sea lo mas importante), falta ese "tacto" de los buenos profesionales que siempre han distinguido sus tiendas.

Con todo lo que usted tiene en la cabeza, sr. Ortega, esto no es mas que una pequeñez. Pero lo dejo por aquí, por si acaso usted tuviera un minuto...

     Le saludo desde la estimación, atentamente.


viernes, 12 de septiembre de 2025

Buena Cultura


     Durante casi cuatro años de mi vida estuve colaborando desde la función pública para que la cultura en mi pueblo, San Roque, se alzara con las mayores cotas de actualidad en los años de 2000 a 2003. Hice todo lo que pude aunque no todo lo que quise, por muchos motivos que no vienen al caso.

Hoy veo que el Ayuntamiento de mi pueblo reinauguró en el día de ayer la Sala "Ortega Brú" en el Palacio de los Gobernadores después de casi 20 años desde que nos trajimos de Madrid la famosa obra que guardaba celosamente Manuel Gonzalez Scott-Glendowing. Y me he alegrado mucho.

Me hubiera encantado estar ahí en la tarde noche de este jueves día 11 de septiembre, pero no me fue posible. Algún asistente seguro que me informará sobre los detalles, pero lo que he podido ver gracias a Multimedia de San Roque me gustó y mucho.

En los últimos años se está dando buenos pasos en la cultura de mi pueblo y me alegro mucho, me enorgullezco mucho y creo que son inversiones maravillosas. La Sala "Andrés Vázquez de Sola", la Sala "Carlos Pacheco", las mejoras en el Museo Carteia y ahora la reapertura de la Sala "Ortega Brú", son cosas muy buenas para una ciudad que seguirá creciendo poco a poco para bien.

Y me alegro mucho que el actual equipo de Gobierno siga apostando por estas cosas de la Cultura que amamos los que amamos la cultura y amamos San Roque. Enhorabuena y gracias a quienes lo hacen posible.


miércoles, 3 de septiembre de 2025

Cansados de tantos discursos


 

    Lo hablo en ocasiones con los amigos. Cansados de tantos ataques, discursos y dilemas de nuestros políticos de cada día y a los que hemos votado, o no.

Empezamos un nuevo curso político y habremos de habituarnos a las opiniones -sean coherentes o no, que eso da igual- de los portavoces y cabezas de los diferentes partidos. Y yo entiendo que en una democracia, el diálogo y las opiniones, evidentemente, tienen que tener un protagonismo especial. Pero eso es una cosa y otra es la lluvia de ataques (muchas veces hasta personales) que escuchamos a diario en los telediarios que ya casi ni escuchamos.

No son conscientes de que en esa carrera de "...haber quien discute mas, quien insulta mas y quien chilla mas", los españolitos de a pie, los que solo votamos cada cuatro años, estamos hasta el gorro de tanto escuchar y no hacer. De la manera que sea, pero hacer.