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Continúa el esperpento, la parodia mas grande jamás escrita y la descomunal guerra de intereses privados en los que no podré nunca entender qué cabida tiene la manipulación de lo público o lo que representa lo público.
Sucede así que nos encontramos con un Pleno Extraordinario la pasada semana que crea mas expectación que el pleno de la primera moción de censura -y única, gracias a Dios- que hemos padecido en la historia de la democracia. Sucede que por acudir, acude hasta el director de un medio alineado de comunicación que rompe moldes (prometo que jamás ví en mis 25 años de periodista y político a un director de medio de comunicación alguno en el salón de plenos de mi corporación sanroqueña, ni siquiera cuando aquella moción de censura). Sucede que se tuercen opiniones, se hablan verdades a medias y mentiras enteras y, finalmente, se dirije el telescopio hacia un solo lugar, buscando ya no sabemos ni que pensar de los intereses que se ocultan. Demoledor.
Sabíamos y sabemos que esto del TG-22 de nuestro San Roque bendito iba a dar -y seguirá dando, estoy seguro- gasolina para rato.
Pero no llego a comprender; ¿tanto se juegan algunos en esto?...