Terroristas

Siguen siendo los mismos criminales de hace 50 años. Los mismos que han arrastrado por delante las ilusiones de Presidentes del gobierno, ciudadanos normales y gente honrada de este país. Continúan en una lucha sin cuartel por un ideal nunca entendido ni asumido. Creen en el un círculo de odios, terrores y pistolas que no sirven para nada.

Han agotado las esperanzas de acuerdos, negociaciones y alternativas y solo usan las cobardes bombas y las balas de asesinos para aterrar a una población que les ha dicho mil veces que “Basta Ya”.

Han cumplido medio siglo en estos días. Les podrá quedar otros 50 años mas. Pero no hay esperanza de que alcancen sus logros. La unidad política y social contra estos salvajes ha sido todo un acierto y al final, como todos dicen, el único destino que les queda es la cárcel.
Que se pudran.

“Ni Pase ni Pise” el Pinar

Nunca estuve con la campaña contundente de “Pinar Si, Autovía No”. Soy de los que piensan que tenemos que ir caminando en las bases del progreso y la modernidad, en el crecimiento sostenible de nuestro medio y en las nuevas tecnologías acordes con la viabilidad de proyectos buenos para la sociedad.

Aposté siempre por el Pinar del Rey de San Roque, como un pulmón inmenso de nuestra comarca al que nadie tiene derecho a tocar. Pero apoyé la construcción de una autovía “que no tocara para nada” nuestro Pinar y que facilitara el tráfico y las conexiones de los nuevos tiempos.

Después de una reunión mantenida en el mes de mayo de este año con los señores Salvador de la Encina y José Carracao no me creo que la administración pública estatal esté por la labor de que este proyecto “no pase ni pise” el Pinar del Rey.

Por eso hoy sigo con la misma contundencia que hace un año con mi misma propuesta: Autovía Si, Pinar del Rey también, pero que ni toque un centímetro de este suelo natural de primer grado que nos rodea.

Si no es así, a la guerra. La batalla está por ganar.

Espacio disponible

El fenómeno de las vallas publicitarias se ha convertido en un campo arado desde hace años. La publicidad forma parte de nuestra vida como un objeto cotidiano del que no podemos despegarnos.

En las carreteras comarcales, en las autopistas, autovías y carreteras comarcales. Llama la atención la cantidad tan enorme de vallas que en los últimos tiempos, además de eliminar los mensajes habituales, indican en un cartel anexo el eslogan de “espacio disponible”.

Es un síntoma mas de la crisis que estamos viviendo, de la situación difícil de las empresas anunciantes que recortan gastos por doquier. Ya no vemos tantos anuncios de Coca-cola, Carrefour, el Corte Inglés o de las inmobiliarias que tantas promociones nos han querido introducir en nuestros ojos desde la carretera.

No sé el tiempo que volverán de nuevo a estar colgadas las firmas de siempre, pero mucho me temo que cuando la situación vuelva a estar “normalizada” hayan aparecido otros modelos de publicidad que ocupen menos espacio en nuestro paisaje y nuestra ruta.

Veremos.

Viva la Guardia Civil

En su política estrafalaria y muchas veces de dudosa credibilidad el Presidente del gobierno de Gibraltar o del partido de la derecha gibraltareña o representantes de los ciudadanos gibraltareños -para nosotros llanitos- ha vuelto a sus andanadas con una temeridad: ha pedido a sus vecinos que le alerten a la policia de Gibraltar, cuando la Guardia Civil se aproxime a “sus aguas” y lancen bengalas para avisar a las autoridades del Peñón. Bochornoso.

Creía yo que Peter, al que conozco en lo personal y no me parece ni mala persona, había aprendido ya de los porrazos del pasado y se había “suavizado” con la experiencia de los años, aunque lamento decirle hoy que lo dudo.

Gibraltar no tiene aguas jurisdiccionales, no tiene su poder sobre aguas concretas y lo que ha hecho en los últimos decenios no ha sido otra cosa mas que rellenar y rellenar miles de metros de agua de nuestra bahía.

La Guardia Civil, en su ejemplar labor de persecución y detención de delincuentes, debe perseguir a los presuntos delincuentes y de ahí que tenga dotación especial para intervenir en las aguas de nuestra bahía. Digo y repito, en las aguas de nuestra bahía.

En la Guardia Civil su himno lo deja claro -me lo aprendí de niño por aquello de que mi padre utilizó mas de 30 años el tricornio- y termina de forma rotunda: ¡Viva la Guardia Civil!.

Curso de Verano

En la noche de este viernes, 10 de Julio hemos inaugurado la trigésima edición del Curso de Verano de San Roque. Un acontecimiento cultural y universitario de primera línea que se celebra en mi ciudad cada año por estas fechas.

En la inauguración de anoche recordé a personas que, recientemente, se nos han ido de nuestro lado y que han apostado mucho por los cursos de verano, especialmente nuestro desaparecido Alcalde José Vázquez y el psiquiatra Carlos Castilla del Pino.

El Ayuntamiento de San Roque lo ha tenido difícil este año para sacar el Curso de Verano adelante por las dificultades económicas que padecemos las administraciones locales en estos tiempos. Pero, finalmente, hemos salido adelante.

Siempre aposté por los Cursos de Verano de San Roque. Escribí de ellos cuando me dedicaba exclusivamente al periodismo, hablé de ellos en la radio y la televisión. Los impulsé hasta donde pude cuando fluí Concejal-Delegado de Cultura en mi Ayuntamiento y ahora sigo creyendo en un programa de primera línea que no puede desaparecer.

Ya han pasado a la historia de la ciudad y forman parte del paisaje nuestro. Son tan nuestros como quienes apostaron por ellos y ya se nos fueron. Y son tan nuestros como los adoquines de las calles que pisamos.

Matisse en el Thyssen

Hace unos días tuve la oportunidad de estar en Madrid y visitar la exposición que sobre la obra de Matisse, en el Museo Thyssen-Bornemisza, se cuelga sobre sus paredes hasta el próximo mes de septiembre. Extraordinaria.

Tuve la oportunidad de acudir con un amigo al que también le apasiona el arte y coincidíamos en el colorido y la magnitud de una obra desde la que hay muchas ventanas abiertas en la época de la que se expone su obra (1917-1941).

Matisse fue un personaje extraordinario de su tiempo aunque el tiempo, después de muerto, le dio una mayor dimensión y valor a su obra. A eso ya estamos acostumbrados los humanos.

Dibujos, esculturas, desnudos y pinturas genéricas dan un color muy especial una de las mejores exposiciones de los últimos años en nuestro país. Para verla.

Luego tuvimos oportunidad de acudir a la Feria del Libro de Madrid. Hacía muchos años que no acudía y me llevé una grata sorpresa al ver las colas de lectores, el gentío intenso y la concurrencia a un espacio de cultura de tanto valor como la lectura. Ha crecido este año las ventas en la feria del libro madrileña. Bien.

En esta época de internet y de los ordenadores para leer libros me parece una grata noticia que el soporte papel siga teniendo un valor creciendo, aunque solo sea en los libros.

Volveré a la feria del libro madrileño. Las ferias de la zona las suelo recorrer casi siempre, aunque tristemente vienen decreciendo. A Matisse, si puedo, le tengo que volver a ver.