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Yo, es la verdad, no recuerdo tanta agua desde que era un chiquillo y veía por las rejas de la verde puerta de madera, en la casa de Abuela Isabel, el reflejo de las nubes sobre los grandes charcos de la Calle Antonio Rodríguez López.
Agua y mas agua. Inundaciones, goteras, techos “negros”, campos cansados de tanta y tanta agua...
Y mientras, en los últimos años, inversiones multimillonarias para contener el agua para que no falte el agua en la tierra y en los hogares de los ciudadanos. Cosas de la naturaleza.
Estamos empezados a estar cansados de tanta agua, es verdad. Pero no podemos olvidar que el agua y sus principios forman parte del origen de la vida. Incluida la del ser humano.
1 comentario:
¡Eso es lo que hacía falta cohone!; con la que está cayendo [y nunca mejor dicho] con lo de ARCGISA, no se te ocurre otra cosa que escribir del agua. Después no querrás se mosquee el Boix. Ya estoy esperando la contestación en el blog de pinchar la imagen. Un saludo a los dos aunque me estáis quitando lectores de el Perro. Lo vuestro es más divertido. Nuestro "común amigo" Juan Carlos ya pone hasta cartelitos de cine.
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