Mucha tela que cortar. Joaquín se levantó temprano y desayunó con fuerza en el salón de la casa porque sabía que el día 2 de diciembre iba a ser largo e intenso...
Después del último buche del tazón de café le dijo a Rosa; "...niña, prepárate que nos vamos a votar".
- "Ofú, otra vez el rollo de los votos, yo no voy, niño, a mi me deja tu...".
- "¿Como?, Vamos, vamos, a votar. Que me han llamado del partido y que no podemos faltar hoy".
- "Ojú, yo no tengo ni chispita de ganas de ir, pero bueno, iremos. Me debes una, cariño".
Joaquín baja lento la escalera de su primer piso y empieza a pensar en Martina, la hija que acaba de cumplir los 19 años y que será su primera vez para votar. Marca su teléfono móvil para ver donde anda su niña chiquita que este sábado se ha quedado a dormir en la casa de una amiga...
Su teléfono no lo coge nadie. Una y otra vez hasta llamarla unas 8 veces y ella, sin coger el teléfono.
Joaquín se va a votar con su señora, sin entrar en cabina coge la papeleta y se queda tranquilo. En parte. "...yo ya he cumplido, ahora a ver si me coge el teléfono esta chiquilla....". Nada. Pasan y pasan las horas y se acercan las 7 de la tarde...
Por fin, Martina llama a su padre y Joaquín, sorprendido y medio desesperado le coge el teléfono.
- "...pero, niña, donde te has metido. Porqué no me has cogido el teléfono que te he llamado un ciento de veces...".
- "Dime, Papa, estoy con sueño...".
- "Niña, has ido a votar ya?".
- "¿Como, tu estás loco?. Yo paso de eso, conmigo que no cuenten, paso de todo. Yo no voto"
- ¨¿Pero como que no votas?, tu estás loca, no puedes faltar, niña, te están esperando..."
- Pic-pic-pic-pic...
- "Martina, Martina... oye, no me cuelgues... niña, ni niñaaaaaa....".
- "Pufffff, esto tiene difícil arreglo...".
No hay comentarios:
Publicar un comentario