Me senté en el escalón de la puerta. Y ella -la muerte- pasó de largo. Ni me miró. Y yo se lo agradecí en esa fea noche de primeros del mes de Abril de este año. A mi no me habían robado el mes de abril, a mi me dijeron en el mes de abril que siguiera. Que siguiera adelante. Que podría volver a empezar.
Y aquí seguimos, aqui sigo cuatro meses después de aquella dura noche. Resetear se llama. Miro la vida con simpatía, como siempre. Sonrío mucho. Mucho mas que antes. Me altero menos, mucho menos que antes. Y pretendo en mis venideros años, hasta donde llegue la suerte, seguir olvidando y mirando de frente. Se llama volver a empezar, sin mas.
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