Lastima que el impresentable del Presidente de la RFEF haya montado el cirio que ha montado con un beso presionado al estilo de Teresa Rodríguez cuando aquel empresario verde le obligó a hacer lo que ella no quiso. Aquello le costó caro al empresario que "empujó" a la política gaditana.
Pero este tipo, al que me repugna hasta nombrar por su nombre, le viene de casta. De casta le viene al galgo. Este tipo lo lleva en sus genes. Con sus manos en los genitales a poco mas de un metro de la Reina de España y de la princesa -una menor de edad- en un gesto de chulería rancia que dice mucho del personaje.
Pero ya sabemos lo que ha hecho en otras ocasiones, lo que se ha cuestionado gestos, acciones y temas vinculado a la economía de la pelota. A este tipo le sobra el cargo y la vergüenza. No puede seguir ni un minuto mas porque es una cuestión de dignidad. Lo de Jenny, la jugadora "obligada", es de juzgado de guardia y de posible condena por malos tratos, cuanto menos.
Este tipo lo lleva en los genes y es una cuestión de dignidad, por un país, por el fútbol y por las propias hijas del personaje. Sin mas.
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