viernes, 23 de abril de 2021

Carteles, carteles


 

    Hace algunos años, creo que en las elecciones locales de 2007 habíamos programado en nuestro partido local la campaña electoral con todo el entusiasmo y la ilusión de siempre. Una de las cosas que programamos fue la de colocar un cartel electoral de grandes dimensiones (creo recordar que sobre 200 metros cuadrados, mas o menos) en un edificio a la entrada del casco urbano de San Roque. Ese edificio era en el mismo edificio en el que vivía la canditata a la alcaldía de uno de los partidos contrincantes al mio en aquellas elecciones municipales.

    El resto de los partidos que concurrieron junto a nosotros aquellas elecciones entraron en cólera. A unos les dio un "ataque de celos" porque le habíamos ocupado un espacio muy vistoso y relevante que se veía varios cientos de metros a la redonda. A la candidata a la Alcaldía de referencia le dio un "ataque de pánico" pensar que cada noche debía dormir con mi cara a muy pocos metros. Al resto les "pillamos con el pié cambiado" y aquello se hizo notar.

    Todos se pudieron de acuerdo y unos denunciaron a la Junta Electoral de Zona y otros a los medios de comunicación. Lo de la Junta Electoral fue tajante: están en un edificio privado y podríamos anunciarnos sin mas. Las denuncias en los medios de comunicación fueron otra cosa. Nos hicieron campaña gratuita durante un montón de días y hubo momentos en los que hasta vecinos de otras zonas del pueblo se acercaban al edificio en cuestión para ver le cartelón que habíamos alquilado en ese espacio, pagando no recuerdo qué cantidad a la Junta Directiva de aquella comunidad de propietarios.

    Algo así -a mucha mayor escala- es lo que está sucediendo ahora en la campaña a la Comunidad de Madrid con un partido extremista (ni los menciono) que están cuestionando el valor económico de los MENAS en esa comunidad autónoma.

    Con independencia de lo que pensemos sobre los MENAS y la inmigración y sobre la verdad o la falsedad de esos datos, la campaña que le están haciendo gratis al susodicho partido es inmensa. 

    La Sexta (que no presume precisamente de ser una televisión con línea conservadora) mantuvo ayer la imagen del cartelito durante 10 minutos en un informativo de máxima audiencia, mientras que los referidos carteles, sin mas, salen en todas las tertulias políticas, prensa escrito, medios digitales y un rosario de televisiones y mesas con tertulianos de café.

Los del partido extremista están muy felices. Lograron que se hablara, que lo vieran y que se cuestionara. Objetivo conseguido, para tristeza de otros. 

Seguimos sin aprender. O si.

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