viernes, 23 de febrero de 2018

De Miguel Rodríguez

Le acaban de otorgar la Medalla de Oro de Andalucía a un buen linense y me alegro sobremanera. Miguel Rodríguez se llama y es de la misma ciudad que mi madre y donde vive buena parte de mi familia. Y el sabe que me alegro mucho, mucho.
A Miguel le conocí allá por el año 1999, hace casi 20 años. Cuando entonces un grupo de gente joven intentábamos luchar desde las filas de la democracia por evitar que los tentáculos del GIL estuviera en las administraciones del Campo de Gibraltar. Desde el primer momento, su sencillez y su coherencia me entusiasmaron.
Y luego, con el paso de los años, con la llegada de muchos gestos de humildad y de cooperación solidaria ha brillado sin querer en una pasión que le desata su Línea de la Concepción y por ende la Comarca del Campo de Gibraltar. Construido a sí mismo, creador de empresas de éxito y de relojes por todo el mundo, Miguel es una persona con una honestidad palpitante y una coherencia que sirve de ejemplo para la gente de una generación que le vio salir con las alforjas vacías para regresar con un imperio de empresas que han triunfando por todo el globo. Y para otra generación, la que vino después y que le admira con el respeto de quien supo ayudar y cooperar en tantos proyectos sociales. Miguel Rodríguez es un claro ejemplo de linensismo, andaluz, que dignifica esta zona azotada del sur de Europa. Y yo me admiro, le sigo queriendo como hace casi 20 años y le pongo de ejemplo en muchas conversaciones. Su vida es, sencillamente, ejemplar.
Lo demás, se lo entregarán este próximo 28 de Febrero, Día de Andalucía, en el Parlamento de todos los andaluces.

martes, 13 de febrero de 2018

La Buena Amiga

Ya lo he contado muchas veces y hoy lo vuelto a reiterar; la radio es de las mejores amantes que me han podido acompañar a lo largo de mi joven vida y desde que empezara a escuchar en ese viejo transistor tanta música y tantas leyendas contadas por voces de siempre... 
A los nombres que nunca se olvidan de quienes crearon aquel escenario mágico en la imaginación de quienes escuchamos la radio; luego se agregaron los compañeros y amigos que hicimos valer otros proyectos de radio como aquella vieja "Radio Bahía", "Radio San Roque en la Bahía" o "Radio Sur", y a quienes luego de una u otra forma pasamos a los medios públicos y mas profesionales de una u otra forma. 
La Radio, esa magia que tanto nos persigue formará siempre parte del círculo personal de cada uno. Escucho cada día la radio, vivo la radio y siento como mía algo que me pertenece desde niño. 
Hoy es el día Mundial de la Radio. Esa que está tan viva y que sigue latiendo por los años, sin fronteras y sin remite. Esa que nunca muere y que sigue saliendo del alma...

Algo Falla...

Un fallo en la coordinación de este, mi blog, desde hace poco mas de un año hace que los textos me salten a lo público sin justificar adecuadamente y sin párrafos diferenciados. Un problema tonto que llevo meses intentando resolver yo solo pero que no puedo, por aquello de que uno no está muy puesto en las interioridades de la informática. Sigo escribiendo desde entonces, pero con menos asiduidad y eso es lo que me hace que publique menos en este Mirador que va camino de los 10 años. Me prometo resolver esta cuestión en las próximas semanas. Una mano amiga me ayudará. Pero no piensen que uno no sabía del error y de que algo estaba fallando...

jueves, 1 de febrero de 2018

Para Cuando Ya No esté... (I)

Decía Baden Powell, creador del mundo escultista en su último mensaje que aún cuando no se estaba muriendo en ese momento, como el pirata del cuento de Peter Pan, siempre estaba escribiendo sus últimas palabras por si no le daba tiempo...
Me ha dicho mil veces mi maestro y buen amigo Antonio García que cuanto mas años vamos cumpliendo y menos juventud gozamos mas gente se nos va de nuestro lado. Seguramente por eso de que cada vez conocemos a mas personas por los años de los años y nos rompen trozos del corazón cuando se nos vá gente a la que queremos y que suponen algo o mucho en nuestras vidas...
Y me sigo emocionando cuando escucho el pasodoble de mi genio Antonio Martín en esa entrañable letra en la que dice como quiere su despedida el día que se marche "...y la espuma de las olas me salpiquen a la cara..."
En los últimos años llevo meses en los que es raro que no se marche de lo terrenal alguien por quien tengo sentimientos en mi piel y que ha supuesto algo en mi vida por una u otra razón...
Y es verdad que afortunadamente me encuentro bien, me siento súper joven y tengo ilusiones a montones en muchas cosas de vida.
Pero nadie está libre de que un día de estos digamos adiós a todo esto que nos rodea y por lo que llevamos sobreviviendo desde hace ya algunos añitos. Es por eso que esto no es un testamento ni una despedida. Pero si una reflexión. Por si no me da tiempo cuando llegue la hora... No querré tampoco que me lloren ni me lleven flores, que alguien se acuerde de recitar un buen poema de Federico para que la literatura siga abanderando la cultura por la que sigo perdiéndome entre libros y callejones.
No me importará acabar con lo que quede en las aguas de una de las finas playas gaditanas que de siempre me embaucaron y por la que tengo un delirio que pocas cosas superan en esta vida.
No querré velada ni recuerdos, que esos me los llevo y los vivo aquí, con la gente que quiero y a la que me entrego en la medida de mis posibilidades. Recordaré, cual niño cerca de la arena en la que di mis primeros pasos, a todos los que me enseñaron, a los que inculcaron y me emocionaron alguna vez y en algún momento. Para cuando ya no esté, seguiré estando en el alma y el corazón de los que quiero...