miércoles, 26 de septiembre de 2012

Prensa Extranjera

Los titulares que vienen publicando determinados medios de comunicación extranjeros con renombre y con una influencia en sus países y en, prácticamente, todo el mundo, nos están dejando de lujo en los últimos días...
El Gobierno de España, el Rey de los españoles, los ministros viajando a medio mundo para vender la marca España y ofrecer la imagen de un país que sigue creciendo pese a todo, Marruecos y países árabes contratan a empresas españolas para que desarrollen y construyan proyectos de primera magnitud, Estados Unidos envía una delegación de profesionales para ver como funciona nuestro Ave y mientras, un grupo de periódicos internacionales intentan destruir la imagen de España en localizaciones de influencia.
Por supuesto a nadie se le escapa que hablamos de intereses bastardos y, con toda garantías, comprados por intereses de ocultas multinacionales o empresas concretas que quieren que nuestro país no salga del boquete en el que nos encontramos.
Indeseables, malditos indeseables. Si no fuera porque, a pequeña escala, yo soporto también lo mismo por un determinado tirano , no entendería este tipo de putadas.
Ya lo dije un día y hoy lo vuelvo a decir: cuanto mas me/nos ataquen, mas me/nos envalento/namos. He dicho.

domingo, 23 de septiembre de 2012

De Raza

Escuchaba esta mañana en la radio un buen reportaje sobre el valor de los periodistas en el mundo actual. Sobre todo en una sociedad llena de problemas y dificultades, donde se minusvalora el papel del informador y donde otros muchos, lamentablemente, se dedican solo a opinar, en la mayoría de los casos sobre ellos mas que sobre lo que sucede a su alrededor.
Y me vino a la memoria mis principios hace ya mas de 25 años en el mundo del periodismo. Aquellos primeros pasos que luego me sirvieron para ser uno mas del montón, eso si, para informar a la sociedad sobre cuanto acontece.
Me prometo a mi mismo que empecé con los de raza del Campo de Gibraltar y que me marcaron de una forma u otra; Gabriel Baldrich, Antonio Gómez Rubio, Almagro, Juan Domingo, Pepe Vallecillo, Maribel Solís, JuanJo Téllez, Antonio Perez Girón, Pepe Ojeda, Antonio García Jiménez, Estanislao Ramírez, Pepe Correa, José Luís Tobalina, Ildefonso Sena, José María Nieto, Jesús Terán, Juan Carlos Narváez, Rafa Romaguera, Paco Herrera, Pedro García, Jerónimo MIguel Carrasco, José Luís Yagüe, Fermín Soto, Rafael Ocaña, Adolfo Muñoz, Javier Martín, Fernando Silva, Nuria Ramos, Maribel Martínez, López Pomares, Carlos JIménez... y muchos, muchos mas que me disculpan por no mencionar ni recordar en estos momentos.
Un ciento de amigos y compañeros de los que, en cada caso, algo aprendí. Y es verdad que ellos y otros tantos han forjado la historia del periodismo en el Campo de Gibraltar. Gente que ha marcado y marca etapas de esta tierra nuestra de cada día que no siempre entendió el buen papel de los periodistas valientes y de raza.

viernes, 21 de septiembre de 2012

Una Medalla Tardía

Mañana sábado día 22 de septiembre, ya entrado el otoño, te darán la medalla de Hijo Predilecto de Tarifa, a título póstumo en tu ciudad. Un poco tarde, pero llegó.
Lo dije muchas veces, muchas. Te lo dije a ti, en mas de una ocasión y con tu humildad y cariño siempre me decías, que tu tenías muchas medallas ya. Se lo dije a responsables políticos de tu ciudad en mas de una ocasión y ni caso. Ahora, poco después de seis meses desde que te fuiste, sabio tarifeño, te dan los honores que en vida no te quisieron dar.
Y tu, plin, plan. Ya estás por encima de todo esto, querido y recordado Juan Luís. Por encima de las variedades de la carne, por encima del color y del perfume, por encima de políticos y botellas de buen vino de la tierra. Ya estás por encima de todo y de todos.
Tu alegría, tu cariño, tu eterno humor, tu pasión por lo tuyos y los tuyos, tu amistad inquebrantable a los amigos de verdad y tantas cosas te hacen hoy la entrega de una medalla que recogerá alguien de tu familia.  Tu familia que tanto querías.
Esta es una medalla que llega tarde, aunque nunca hay fecha para un buen plato y una buena comida. Un buen chiste o un buen amigo. Como tu siempre lo fuiste.
Que tu familia lo celebre con el recuerdo y la humildad que te caracterizó mientras disfrutamos de ti en esta tierra de tantos socavones. Salud, Juan luis.

jueves, 20 de septiembre de 2012

Otoño, ya es Primavera

Ya estamos otra vez en el otoño. Vamos, en la primavera. Para mi, la primavera.
No se porqué extraña circunstancia, cada año por estas fechas y desde hace muchos otoños, cuando llega el nuevo tiempo es como si llegara la primavera...
De niño, cuando de nuevo cogía la maleta y los libros, el bocadillo y el zumo; acudir al colegio era como empezar de nuevo. Una primavera. Luego, después de los campamentos de verano llegaba de nuevo el ordenar, el limpiar mis cosas, el cortarte el pelo, el... empezar de nuevo. La primavera.
Mas tarde, después del verano, la limpieza general de la casa, ordenar los papeles, programar los nuevos proyectos, empezar la temporada de la televisión -cuando era mi cometido-, de nuevo... la primavera. En carnavales, los ensayos, las primeras coplas, los preparativos.... la primavera.
En política, tras las vacaciones, empezar el curso de nuevo, los proyectos, las iniciativas, las aspiraciones, las dudas... iniciar de nuevo, el otoño de la primavera...
Y cuando me vaya, que ya me desenamoraré, como bien dicen los versos de Antonio Gala que cantó suavemente Clara Montes, será seguro en otoño.... que será la primavera.

viernes, 14 de septiembre de 2012

El Festín


Vengan todos, llegó la hora. Es el momento. Vistan con las orlas de sus mejores trapos, arrojen sobre su piel unos gramos de sutil perfume, pinten su cara con los mejores tonos del arcoiris. Vengan, chicos y mayores, dispónganse a festejar la feliz jornada.
Es ahora, mis cortesanos, mis queridos y amados compatriotas. Vengan a la mejor de las algarabías, al mejor concierto de la jornada y a la cita del año...
Es aquí, no muy lejos. Luego, les daré dispendio para la servidumbre y les enjugaré con la mejor de las pleitesías. Es ahora, no falten, les espero... no corran, pero no falten.
Es el festín del populacho al que invita el mayor de los terratenientes de su reino. Bienvenidos, la música está sonando ya...

domingo, 9 de septiembre de 2012

El Libro y los Lápices

El despertador, otra vez el despertador. 8 de la mañana, revolear el pijama, a vestirse, lavarse la cara, peinarse y tomar un buen tazón de cola-cao con un enorme bollo que la madre antes había comprado en la panadería del bloque. Temprano, camino del cole, como siempre.
Los amigos, el curso, el miedo en el estómago por aquello del primer día de clase, los nuevos profes, el cara al sol y poco mas. Una noche extraordinaria había precedido al primer día de colegio de todos los niños de mi generación. Y las anteriores y las que vinieron después.
Los libros nuevos que olían a imprenta recién estrenada, los lápices enteritos que con el sacapuntas se agotarían en pocos días, la hora del recreo y el enorme bollo que llevábamos en la maleta grande y el uniforme escolar que nos debía durar todo el curso.
La profesora que nos quiso tanto, el profesor que ya no está, la flauta para dar clases de música y las calzonas para ejercitar la gimnasia donde tres o cuatro ejercicios ocupaban el espacio que nadie quería llenar.
El timbre sonaba fuerte a la hora del medio día y a casa corriendo. Luego era comer mas acelerados para volver al cole a la segunda parte de las clases que se interrumpían por dos horas para alimentarnos.
Así nos hicimos niños, mayores y hombres. Así crecimos una generación que no tenía internet ni casi televisores. Así llegamos a ser padres y nuestros hijos lo serán a la sombra de una escuela pública que deberá mejorar pero que no puede dar pasitos atrás. Ya veremos que pasa.

viernes, 7 de septiembre de 2012

Un Solo Discurso

Nunca me gustó ni agradó el discurso único. Donde falta la contestación, falta la libertad, falta la opinión, falta la calidad.
Cuando las unanimidades llegan, sobre todo en los tiempos en los que estamos a uno le entra un repelú que no sabe que pensar. Otros tiempos, quizás otros tiempos...
La participación, la voz de lo contrario, aunque solo sea una. La opinión de otros y el voto discrepante es herencia de transparencia y de no tener miedo por nada. Ni por nadie.
Ahora, otros valores, posiblemente mucho mas personales, están en alza y en auge ante la pluralidad que caracterizó a este país desde 1975. Y antes.
Antes, una solo voz y una sola autoridad. Pero un pueblo que, aunque soterradamente, siempre discrepó del poder.
El poder. Já.

miércoles, 5 de septiembre de 2012

El Novio de Carlos

Rasgó la cortina de la ventana de la primera planta de su casa. Una casa coqueta y pequeñita que tenía en el centro del pueblo desde que se casó y donde parió a sus cuatro hijos del alma. Carlos, el mayor; Roberto, Pilar y Paquito, el menor de sus vástagos. Al asomarse, disimuladamente entre los visillos del cortinaje vio de nuevo a su vecino salir de casa para el colegio. Armando a penas tenia 12 años y ya apuntaba modales que le marcaban en su tendencia de vida que quería tomar. O que la naturaleza savia le había querido regalar para que supiera aprovechar.
Pero ella, comidilla de mil chismes y charlatana parlanchín de las cosas de pueblo le criticaba con los dientes apretados, "... la maricona esa es una desgracia para la sociedad", decía entre gestos de rabia y de coraje.
Los años fueron pasando, la vida se fue transformando y todos fueron creciendo como el cuento de la vida que no sabe parar las agujas del reloj. Todos se iban haciendo mayores. A Catalina, la de los cuatro hijos, le salieron canas y se daba tintes en la peluquería de la esquina una vez al mes. Su esposo asentaba siempre sobre el poder maternal de la casa que dominaba todo el horizonte entre lenguas y lenguas que afilaban mas que los cuchillos de media noche.
Un día, un extraño día volvió a mirar por los visillos del balcón. Cual cotilleo habitual, vio a su Carlos hablar y hablar largamente con Alberto, el niño de la Isidora. Hablaban y hablaban. Un día y el otro también. Y así semanas hasta que, extrañada, preguntó a su hijo a que se debía tantas conversaciones a cualquier hora del día pero especialmente por las noches... Carlos le dijo que Alberto era su amigo del alma y el guardián de su juventud. Catalina no supo como reaccionar.
Otro buen día del calendario ya entrado en la veintena de años Carlos se decidió hablar con sus padres después de la cena. Estaban solos los tres en el salón. Carlos no pudo esperar mas. "Papa, Mamá, quiero daros una noticia...". La madre desencajaba sus ojos y atenta con la boca abierta dijo... "...dime".
"Queridos padres, os he respetado siempre, he hecho todo lo que me habéis pedido, os quiero. Pero debo deciros que amo a una persona con todo mi alma. Que es mi pareja ideal y la persona que me colma de felicidad. Quiero deciros que me he comprometido y el próximo verano me caso...". "¿Como hijo, has dejado embarazada a tu novia...que ha sucedido.... porqué nunca nos has hablado de esto...?, exclamó la madre exaltada.
"No, Mamá, quiero decirte que yo nunca voy a tener un hijo. Mi pareja se llama Alberto, el hijo de Isidora. Nos amamos con toda plenitud y estamos hechos el uno para el otro. Nada ni nadie va a cambiar nuestros destinos y nos casamos en unos meses....", dijo Carlos lleno de tesón y de valentía.
El padre del jóven Carlos inclinó la cabeza y suavemente dijo "....hijo, lo que tu decidas para tu vida es lo que yo quiero para ti".
Catalina, la madre de los cuatro niños, la que miraba por los visillos de la casa, la que criticaba a sangre fría al pequeño Armandito cuando solo tenía 12 años no sabía donde meterse. Cambió de color, se transformó, tartamudeó y tragó saliva antes de decir "....bueno... si tu quieres.... yo no digo nada... tu ya eres mayor....".
Aquella noche, Catalina no durmió. Ni la siguiente, ni durante una semana. A los 10 meses, iba de la mano de su hijo a la boda del mayor de sus herederos. Era la madrina de Carlos, que se casaba con Alberto, el niño de la Isidora. Sonreía y lloraba. La felicidad, si no la inventaba como tantas veces, era el fiel reflejo del rostro de la mamá de uno de los novios.
En una esquina del salón de ceremonias, Armando. Catalina miró a todos los invitados, uno por uno. Cuando su mirada se cruzó con la de Armando agachó la cabeza y respiró fuerte. En ese suspiro se tragó miles de palabras y levanto la cabeza firme como militar de academia para exclamar en su interior... "las cosas de la vida".