martes, 22 de julio de 2014

Para Cuando Regrese

Hice público hace unos meses que no me presentaría como candidato a la alcaldía de mi ciudad después de 16 años porque, entre otras cuestiones, necesitaba descansar y ocuparme de otros asuntos que había descuidado después de tantos años.
El 24 de Febrero de 2014, como si de una copla de Carnaval se tratara, expliqué a mis amigos, compañeros, votantes y vecinos en general que no sería el candidato para las elecciones de 2015 por mi partido en la ciudad. Pero eso, en 2015. En el futuro, ya veremos.
Tengo que reconocer que, desde aquel día lluvioso del mes de febrero en el que hice pública mi renuncia han sido muchos, muchísimos, los amigos y simpatizantes que me han pedido que regresara, que siguiera dedicado a la vida política, que me han dedicado frases, comentarios y conversaciones o chateos en internet -algunos privados- que me han hecho emocionar, sonrojarme e incluso casi pensar un regreso. Pero no, ahora no... en el futuro, ya veremos.
Pero para cuando regrese tendré en cuenta algunas cuestiones que hoy quiero meditar...
Pensaré que fueron muchos, muchos y muchos los amigos que me apoyaron. Los que me animaron y me dieron aliento en momentos buenos y malos. Aprendí de muchos de ellos la constancia, el tesón y la humildad.
Pensaré que fui honrado en mi gestión, que mis manos no se mancharon de guarrerías ni de lo que no me correspondía. Por mucho que algún cabroncete, por todos conocidos, se haya preocupado mas de querer teñir de negro mi prestigio a golpe de mentiras, que algo queda, que preocuparse de hacer lo suyo bien y con limpieza... ya lo pagará.
Pensaré que en el camino algunos me engañaron; que me utilizaron para sus propios intereses, que buscaron su trabajo y bienestar y luego se olvidaron. Que aprendieron un camino y luego el puñal nos lo clavaron... pensaré que fueron pocos. Pocos y por todos conocidos.
Pensaré cuando regrese que hice las cosas con una pasión inusitada que me contagiaron de niño y que a su vez logré contagiar a muchos. Pero también muchos no entendieron nunca el mensaje de Una Solución Rápida para buscar solo en un proyecto local lo que otros nunca podrían salvar...
Pensaré también que me equivoqué, que cometí errores, que tomé decisiones que no fueron acertadas en ocasiones. Que aprendí de todo eso y que me sirvió para llenar la maleta de experiencias y de contenido para mi vida y mi camino...
Sabré muy bien que el bastón de Alcalde que asumí lo hice con humildad aunque algunos me atosigaron, me acosaron y hasta me utilizaron para sus propios intereses. Que yo fui leal hasta el final, porque eso me lo inculcaron de chiquitito...
Para cuando regrese, la cama estará limpia y muchos sueños aún por cumplir... No tardaré mucho, lo prometo.

lunes, 21 de julio de 2014

Para Usted, Presidenta

Señora Presidenta de la Junta de Andalucía;

Desde hace meses, mas de un año, llevo denunciando de todas las formas que me es posible la paralización de las obras del nuevo Hospital de La Línea-San Roque que su gobierno ha mandado parar con la excusa de una crisis terrible que todos soportamos.

Vengo denunciando que esto no puede ser. Que usted no puede predicar sin dar trigo, que usted no nos puede decir que lleva su carga de apoyo social sin recortes en sanidad, educación, temas sociales.... y las obras de este nuevo hospital están paradas y desmanteladas por cuatro golfos que se han llevado hasta las tasas de baño que se colocaron. Lamentable.

No le voy a denunciar que mi padre falleció hace mas de dos años, ingresado en el hospital, en una interminable lista de espera para una intervención que nunca llegó y lo enterró para siempre. Ni tampoco le denunciaré que mi madre se la llevó el destino hace casi 10 años en una explosión de su corazón y en una destartalada ambulancia, sin medicación ni profesionales, que ni eso merecía tener este hospital. No le voy a denunciar ya que los profesionales de este cuartel general de la salud han denunciado mil veces las deficiencias, goteras, suciedades y mal estado de las dependencias de el hospital que tenemos en la actualidad; sin lugar a dudas el peor de toda la región de la que es usted su presidenta.

Le voy a decir que ahora han aparecido cucarachas y ratas en los quirófanos del hospital de la seguridad social en el que usted ordena pagar a sus profesionales cada mes. El mismo que lleva la bandera de Andalucía en sus estandartes oficiales, como institución pública que es y a un organismo público corresponde.

Yo de usted me daría vergüenza ser la Presidenta de todos los andaluces y tener un hospital al que nadie quiere ya ni ir con estas condiciones. Y me daría vergüenza seguir diciendo que apoya la salud, la sanidad y esas cosas y tiene paradas sus obras desde hace casi dos años en un hospital nuevo al que ya no le quedaba tanto por terminar y que usted ha clausurado para la eternidad. Que aquí no nos merecemos esto, señora. Que por eso seguimos siendo andaluces de segunda y de tercera. 

Mientras sus monigotes políticos del partido en la zona siguen aplaudiéndole en sus mítines y visitas por la zona. Le sacan la falsa sonrisa y le aplauden; mas buscando cargos de futuro y vivir del cuento del partido, que defendiendo los intereses de los ciudadanos de la mitad del Campo de Gibraltar.

Vergüenza torera. O vergüenza socialista, si quiere, señora Presidenta. Pero tenga alguna, por Dios. Y venga a esta tierra que tanto lleva olvidada. Al menos para matar cuatro cucarachas y una rata que ha aparecido en un quirófano perdido en el hospital mas destartalado de la tierra de la que es usted su Presidenta.

martes, 8 de julio de 2014

Villar Cerón

En estos días se ha marchado con discreción. Con la misma elegancia que ha vivido toda su vida y con el mismo buen saber que le caracterizó durante muchos años.
Le conocí hace cerca de tres décadas, cuando daba mis primeros pasos en la comunicación. Y cuando el estaba en pleno apogeo de su carrera política.
Recuerdo sin embargo antes, mucho antes, el adiós de su mujer cuando vivía en su casa familiar frente al cuartel de la Guardia Civil de la Avenida de la Banqueta donde yo también vivía con mi familia. De eso tiene que hacer casi 40 años. Le recuerdo pasear con su estilo personal, no insultar nunca, trasladar los problemas de La Línea, hablar con palabras medidas...
Le recuerdo en declaraciones a los medios en los que trabajé siempre mirando por el bien de los demás.
Y ahora se nos fue con la callada discreción que solo saben hacer los grandes. No fue Alcalde de su pueblo, posiblemente su gran aspiración. Pero fue un firme defensor de sus intereses y de su gente. A honra la lleva. En su vida y en su marcha.
Caballero, que la gloria le sirva para disfrutar de los disgustos que la vida le dio.

lunes, 7 de julio de 2014

La suave brisa de la decencia

(Fotografía Lalineadigital.es)

Caminaban desde temprana hora de la mañana. El tren, aquella añorada Cochinita de siempre intercalaba su horario con el largo de 12 horas que llevaba a la gente a la capital del Reino. Ellas estaban allí, esperando sentadas a que sonara el silbato, que el pito diera la señal de alarma y que rompieran a correr, a gritar como locas, a mostrar la desesperanza de la vida ante la muerte mas terrible de sus hijos que compraban la piedra a las puertas de sus mismas casas. Era allí, en Taraguilla. Mi pueblo también.

Pronto hicieron una manifestación casi descontrolada. Solo el picoleto, con su tricornio de antaño y su capa, vigilaba la esquina para que todo estuviera en la normalidad mas absoluta. Mientras Clemen, Antonia, Luisa, Pepa, Juana y tantas y tantas sin nombre se sumaban a correr de un lado para otro con gritos, con desesperación en sus corazones y con las piernas temblando desde que amanecía hasta que anochecía.

Luego se sumaron Salvador, Pepe, Luís, Antonio... tantos y tantos. Y Micaela, Salvadora, Juana.... hasta Teo venía de El Puerto antes de que fuera alcaldesa de la capital de nuestra provincia.
Y vencieron. Hoy hace 25 años. Los echaron de sus calles y de sus plazas. Llenaron de decencia la libertad de la vida, el sentido de respirar cada día y el ejemplo de la lucha que permanece en una tierra que no para, que camina y donde convirtieron sus pañuelos verdes en armas inmensas que luchaban contra el dolor, los féretros de sus hijos, los camellos, las amenazas... ganaron la batalla. Digo que si la ganaron!!.

Algunos y algunas se fueron ya. Posiblemente buscando a  sus hijos que la droga les robó. Hace un cuarto de siglo, sería por estos días. Yo les seguí de cerca, hablé con ellos, los retraté, escribí sus lágrimas que se supieron beber y les di voz hasta donde mi posibilidad alcanzó.

Hoy, una generación después siguen vivos con su espíritu. Y les dieron premios, metopas y diplomas que no sirven para nada mientras no tengamos unas administraciones que se comprometan mas en la lucha contra esta lacra que tantos sueños les robó.

Mientras, ellos, ellas siguen con su dignidad mas alta. Les cubre la cara la suave brisa de la decencia. Y siguen siendo hermosas...

domingo, 6 de julio de 2014

La Pereza

Todos los años por estas fechas sucede igual. Atrás queda el intenso otoño-invierno que dio paso a las flores de la primavera y la ilusión, casi a la llegada del Carmen, con la intensidad del estío.
Atrás queda las indiferencias humanas que tanto daño quieren hacer pero que solo arañan la dimensión real del ser humano en sus bajos instintos.
Se fueron ya las batallas de un Regidor, no perpetuo, que espero dure menos que mas y que tanto daño está haciendo a mi gente y mi pueblo.
Por ahí quedó en el camino polvorones, roscos y manzanilla de disfrute fresco en un atardecer que nunca nadie jamás supo disfrutar.
Se lanzó al mar la  intensidad de debates inútiles sobre quienes no echaremos nunca en falta ni ahora, ni antes, ni mañana.
A veces se llega a pensar que, incluso, habrá quienes se acuerden de ti cuando vean las bravuconerias de otros que les prometen, les dan y luego les quitan.
La pereza es una realidad en el ser humano. De ahí que a veces uno tenga pocas ganas de sentarse frente al ordenador y clasificar tres palabras. Ahora son otros tiempos. Pero todo vuelve, todo gira, como la noria de la vida...