Siguen siendo los mismos criminales de hace 50 años. Los mismos que han arrastrado por delante las ilusiones de Presidentes del gobierno, ciudadanos normales y gente honrada de este país. Continúan en una lucha sin cuartel por un ideal nunca entendido ni asumido. Creen en el un círculo de odios, terrores y pistolas que no sirven para nada.
Han agotado las esperanzas de acuerdos, negociaciones y alternativas y solo usan las cobardes bombas y las balas de asesinos para aterrar a una población que les ha dicho mil veces que “Basta Ya”.
Han cumplido medio siglo en estos días. Les podrá quedar otros 50 años mas. Pero no hay esperanza de que alcancen sus logros. La unidad política y social contra estos salvajes ha sido todo un acierto y al final, como todos dicen, el único destino que les queda es la cárcel.
Que se pudran.
Han agotado las esperanzas de acuerdos, negociaciones y alternativas y solo usan las cobardes bombas y las balas de asesinos para aterrar a una población que les ha dicho mil veces que “Basta Ya”.
Han cumplido medio siglo en estos días. Les podrá quedar otros 50 años mas. Pero no hay esperanza de que alcancen sus logros. La unidad política y social contra estos salvajes ha sido todo un acierto y al final, como todos dicen, el único destino que les queda es la cárcel.
Que se pudran.