miércoles, 24 de febrero de 2016

La Voz del Capataz

Silencio sepulcral. Una voz quebrada rompe la calma... Al cielo con Ella. El Capataz de los capataces, el amigo, el hermano, el cofrade, el cristiano. Llegan los nervios de salir sin rosarla, sin que toque siquiera el quicio de la entrada de la Capilla de La Visitación.
     Por acuerdo y unanimidad de los cofrades de la eterna Cofradía de la Juventud sanroqueña se ha acordado nombrar Hermano Mayor Honorario a quien ha sido el responsable de sus salidas durante muchos años.
     Y se nos viene a la memoria las vivencias de una vida casi entera desde que él, junto a un buen grupo de amigos y casi niños por la década de los 70, empezaran a formar -gracias el empuje del padre Caldela- la Cofradía de las Angustias. Todo un emblema en la ciudad que logramos se le reconociera en su Semana Mayor como de Interés Turístico Nacional de Andalucía.
     Este viernes de Cuaresma, Manolo Morata recibirá una mas que merecida distinción a pocos metros de La Señora que tan magistralmente ha sabido llevar por nuestras calles y plazas en tantos años. Se le dará el reconocimiento y el cariño del hermano mayor que nos ha llevado hasta La Coronada los Miércoles de Pasión para que los Viernes Santos de una vida entera Ella volviera a lucir esa cara divina...
    Y volverá a sonar la voz del capataz, entre la seriedad de un compromiso de hermandad y la responsabilidad del silencio de la tarde y la noche. Su actitud ha sido un ejemplo para todos. Y lo seguirá siendo muchos, muchos años de por vida. Porque La señora le seguirá iluminando con fuerza y con empuje por muchos años mas. Seguro.

De Ortega Bru (IV)

Manuel González Scott-Glendowing tenía una ilusión enorme. Parecía un chiquillo con zapatos nuevos. Paco Jiménez se sentía satisfecho y orgulloso porque aún sin estar ya en la Alcaldía de nuestro pueblo que tanto honró y que dejara en 1979, había servido a su tierra natal con una mediación perfecta que sirvió para que se contara con un patrimonio artístico de primera línea que quedaría por los años de los años para la ciudad.
 
     Manuel González había llegado desde Madrid para la inauguración en el mes de Mayo de 2001. Todo estaba perfectamente cronometrado. Nervios e ilusión, lágrimas contenidas, apretones de manos.... emoción en su estado mas puro.
 
     Luis Ortega Bru había venido de nuevo a su pueblo natal, al olor de sus verdes campos, a la terrible historia de sus padres con la maldita guerra civil, a pocos metros de donde tuvo su taller en tiempos de sanroqueño de pro y de donde esculpiera el Buena Muerte de San Roque.
 
     Etapa concluida. Abrazos de nuevo, placa, reconocimientos, discursos, gratitud...
 
     Aún así, parte de la familia estuvo ese día con el pueblo y  con quienes habían hecho posible el gesto inmenso de Manuel González Scott-Glendowing de que el maestro regresara a su pueblo. Otra parte no había querido estar allí. Ni siquiera por gentileza ni por cortesía. Parece que los vientos soplarían por otros lares...

domingo, 14 de febrero de 2016

Morón del Puerto

(Fotografía de HoraSur, Algeciras)


No, no me refiero al Puerto de Morón. Ni al de agua que no tiene, ni al de tierra. Como se pueden imaginar me refiero a Don Manuel Morón Ledro, Presidente de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Algeciras, lo que todos conocemos como "el Presidente del Puerto", instalado en su cargo desde hace una buena pila de años y que mantiene la socialista Junta de Andalucía desde siempre.

     A Manolo Morón lo conozco desde hace muchos años. Desde que era el Director de la Central de Carbón que no se quiso montar en San Roque por los regidores y concejales de aquellos años de la década de los 80 y que se instaló solo unos metros mas allá del Rio Guadarranque, junto al Término Municipal de San Roque. Lo que no quisieron los nuestros porque era malo, nos lo tragamos igual de malo solo 50 metros mas allá. Así son las cosas.

    El mismo Morón que luego fuera Presidente de la AGI, Asociación de Grandes Industrias del Campo de Gibraltar y que siempre tuvo la mentalidad de empresario de no sensibilizado con los problemas del paro y de las necesidades laborales de los habitantes de este Sur de Andalucía tan castigado por los azotes del paro desde tiempos inmemoriales.

     Lo tuve como colaborador en la Televisión de San Roque durante algunos años, gesto que siempre le agradecí, pero que también le sirvió para promocionarse entre la comarca del Campo de Gibraltar.

    Y luego llegó su etapa como Presidente del Puerto de Algeciras, con el correspondiente apoyo político. Hasta que logramos cambiarle el nombre y ponerle el de Puerto de San Roque- Algeciras.

   Es el mismo morón que nos cerró la puerta en la cara tantas veces cuando le reclamábamos inversiones para el municipio de San Roque en aras al uso del litoral sanroqueño para usos portuarios y que tantos millones de euros ingresa al puerto al año.

   No olvidemos las conexiones con la industria pesada, llámese Cepsa en el municipio sanroqueño donde las empresa pagan un peaje importante de impuestos en cada ejercicio o el uso del dique de Crivanis que sirve de apoyo indispensable al crecimiento portuario de la Bahía desde el municipio de San Roque. Por cierto con tan poco nivel de contratados para los sanroqueños, pero de eso hablaremos otro día.

   El mismo morón que no ha querido invertir en mi pueblo ni gastar mas que lo indispensable, a modo de justificación con foto incluida de vez en cuando y que no ha dado la cara ni la talla que mis paisanos sanroqueños merecen y que yo, como uno mas -y supongo que ahora también hará el Regidor de mi pueblo-, le hemos exigido tantas veces.

    Así se jubilara un día de esto el buena persona pero mal Presidente para mi y mis paisanos de la APBA, Manuel Morón Ledro. Puede que el que venga en su lugar, un día de estos, le demuestre cuan equivocado estaba y que singular era el municipio de San Roque para que le hubiera echado, al menos, la mitad de cariño y de millones de euros que le ha echado a otros pueblos vecinos, de lo que me alegro.

    Aquí queda dicho. Y  aquí tiene su artículo para el concurso de Prensa del Puerto que organiza cada año mis compañeros de la Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar, señor Morón. Enmárquelo si quiere. Que en su álbum de recuerdos y de logros no todas serán inauguraciones junto al Rey de antes o al Rey de ahora, o ministros y Presidentes.

  Puede que un día me reconozca lo equivocado que estaba en sus planteamientos. Ojalá no fuera demasiado tarde.



lunes, 8 de febrero de 2016

De Ortega Bru (III)

José Cube, Antonio Pérez Girón, Juan Mena, Juan Gómez, Miguel Pacheco y Paco González-Deleito fueron los trabajadores y funcionarios que, de una  u otra forma, estuvieron atentos a los servicios del Ayuntamiento de San Roque para participar en todos lo concerniente al traslado de las piezas de Luís Ortega Brú desde la Calle Prat, 42 de Vicálvaro hasta la Calle Rubín de Celis en San Roque.
 
Mientras, otros iban gestando otra batalla. La familia, los herederos de Luís Ortega Brú, personalizados en algunos de sus cuatro hijos, no estaban de acuerdo en la donación que hacía Manuel Gonzalez Scott-Glendowing. Ellos interpretaban que tenían derechos sobre la obra de su padre y que había custodiado Manuel González, quien nos explicó con bastantes detalles a lo  largo de los encuentros que con el tuvimos, el auxilio y la ayuda inmensa que prestó a Ortega Brú, posiblemente en uno de los peores momentos de su vida personal.
 
Ortega Bru agradeció con inmensidad al mecenas Manuel González su ayuda, gracias a la que pudo sobrevivir en los fríos madriles de aquellos años y le llegó a escribir y enviar un documento personal de buena fe y concordia donde reconocía la pertenencia de todas las piezas que había dejado en Vicálvaro al propio Gonzalez Scott-Glendowing.
 
Después de todo esto, en San Roque, un inmenso camión fue bajando pieza a pieza de las que se habían registrado en la donación que había hecho Manuel González. Mientras, Miguel Pacheco Ocaña, a la sazón Secretario General del Ayuntamiento de San Roque, tomaba buena nota de que todo estuviera en orden y bien reseñado. Ortega Brú había vuelto a su pueblo natal, a su ciudad, al Palacio de los Gobernadores - como los grandes - y para no marcharse. Para no marcharse nunca mas.
Aunque aún quedaba la inauguración...

viernes, 5 de febrero de 2016

De Ortega Bru (II)

Hacía frio esa mañana, bastante frio. Pero las ilusiones que teníamos los de la expedición a Madrid eran tan grande que a penas lo notamos. En Madrid nos vimos con Manuel González Scott-Glendowing. Gonzalez, sanroqueño de nacimiento y de familia. González había emigrado a la capital del Reino hacía muchísimos años. Allí, en la etapa franquista que le tocó vivir se hizo militar y gestionó negocios que le hicieron tener una gran fortuna. A pesar de todo nunca se olvidó de su pueblo y transmitió de muchas maneras su amor y pasión por su pueblo.
 
     Manuel González conocía perfectamente a Luís Ortega Bru y allí en Madrid se reencontró con el. Me contó Gonzalez Scott-Glendowing que un día de visita al rastro de Madrid lo vio en sus calles y allí fue el reencuentro con el que tanto había admirado y conocido en su infancia y juventud.
 
   Desde esos momentos surgió, siempre según nos contó Manuel González, una nueva amistad reeditada por años y que ayudó a que Luís Ortega Bru se pudiera mantener y supervivir en los duros inviernos de la capital.
 
   Entonces los dos sanroqueños conveniaron el uso de la vivienda que González tenía de su propiedad en la Calle Prat, 42 de Vicálvaro (Madrid) así como el sostenimiento del propio Luis Ortega Bru en su día a día. Esa amistad y confianza creció de tal forma que el propio Manuel Gonzalez me enseñó hasta los cubridores de calefacción que tenía en su casa que, junto a cuadros y pequeñas esculturas, le regalaba Luis Ortega a Gonzalez, especialmente en  las fechas de la Navidad. Por cierto joya de arte esos cubre-radiadores que eran de una belleza extrema.
 
Manuel Gonzalez estaba decidido a buscar un destino a la obra de Luís Ortega Bru que le pertenecía a el, vamos que era de su propiedad. Sobre todo porque reconocía lo avanzado de su edad y quería hacer "algo grande" que le ayudara a culminar su gloriosa carrera de éxitos de emprendedor.
 
    Así nació, con la presencia y siendo testigo Francisco Jiménez Pérez -el Alcalde eterno de nuestra ciudad de San Roque- el ofrecimiento de Manuel González de donar toda la obra suya de Luís Ortega Brú y que poseía en Vicálvaro al pueblo de San Roque.
 
    Testigos de esa firma de donación, de ese documento de generosidad fueron Francisco Gonzalez-Deleito Domínguez, abogado municipal, Francisco Jiménez Pérez, ex-Alcalde de la ciudad y un servidor. Aquel día el almuerzo al que invitó como siempre Manolo González nos supo a gloria. Y allí se trasladó al papel una voluntad personal incuestionable que honraba a todos.
 
    Yo como representante público y concejal electo estaba satisfecho de haber trabajado para alcanzar que el pueblo de Luis Ortega Bru tuviera parte de su obra y los demás acompañantes y amigos, testigos de un día histórico para la ciudad.
 
    Pero no todo fue fácil. Hubo mas y surgieron inconvenientes y dificultades. Ya les cuento...

miércoles, 3 de febrero de 2016

Lío Político

El lio está formado. A nadie se le escapa que el lio político que tenemos en España empieza a preocupar a los ciudadanos. Normal si se tiene en cuenta  la incertidumbre a la que estamos acostumbrándonos.
 
      Desde la misma noche del 20 de Diciembre pasado y una vez que conocimos los resultados electorales, la cosa no pinta nada clara para la composición de un gobierno que debe gobernar España y legislar para los que estamos en el lugar de siempre. Y parece que tardará un poco.
 
     Ahora resulta que la gente de Ciudadanos no quiere ni oír hablar de los de Podemos. Podemos dice que nunca estará en un gobierno donde participa ciudadanos. Izquierda Unida con sus limitaciones representadas en el Parlamento también pone límites a un gobierno del Frente Popular contra el Partido Popular. Los de Esquera Republicana de Cataluña y los nuevos de Mas no quiere hablar con nadie que no hable de autodeterminación y los de PNV piden medirse con el  mismo racero que Cataluña para el asunto de un posible pacto de gobernabilidad.
 
     Por si la cosa no estuviera liada la gente del Partido Popular dice que nada de gobiernos extremistas mientras que en las mismas filas socialistas no hay unanimidad sobre los compañeros de un viaje que se presume hacia el infierno. Conflictividad política total, casi bloqueo.
 
     Aún ni fuera poco, nuevos casos de corrupción, declaración  de los implicados en el asunto de los ERES de Andalucía, descomposición del PP valenciano, concejales con desparpajos de mil formas en el país.
 
    Lío político que diría quien yo me se y que mi amigo Manuel bien recuerda, mientras los ciudadanos estamos a la espera de lo que pase sin saber como acabará esta espera. Valiente responsabilidad!!