La Medalla de Juan

     Cuando era niño paseaba por la Plaza Fariñas muy a menudo. Estaba cerca de mi casa de entonces -porque mis padres vivieron un tiempo en La Línea, por eso de la profesión de papá-. Allí, entre medio de las casas que conformaban la coqueta plaza linense sonaban muy a menudo los acordes de guitarra, justo al lado de la casa de los Ponce.

     A mi ese soniquete siempre me llamó la atención, pero aquella sensación ya formaba parte del paisaje, del entorno en el que nos movíamos quienes caminábamos por la zona, incluso cuando las procesiones pasaban por la misma puerta del gran artista que fue y hasta ahora no se reconoció en público, Juan Mesa.

     Mesa nació en La Línea un 28 de febrero de 1933. Era el tercer hijo del matrimonio conformado por Ángel Mesa de la Mata y Mercedes Serrano Segovia. Fue bautizado por el Padre Rodríguez Cantizano. Su vida fue una línea de genialidad desde muy temprana edad, hasta que murió, en 2003, en una casa familiar de la Calle Andalucía. La de las Torretas.

     En su casa original creó La Cuadra, lugar de encuentro, arte y tronío que sirvió para que por ella pasaran decenas de artistas que quedaban deslumbrados por el arte que entre sus paredes se respiraba. Hasta que un día sus manos, las mismas que enseñaron a miles de aprendices, se fueron para siempre de lo terrenal.

     Ahora, el Ayuntamiento de La Linea de la Concepción, ha iniciado en Expediente para que sea nombrado Hijo Predilecto de la ciudad a propuestas de lo siempre entusiastas y emprendedores amigos de la Peña Flamenca Linense. Un nombramiento del Ayuntamiento linense tardío y fuera de calendario, como casi todos. Cuanto hubiera disfrutado Juan, aunque con la cabeza cabizbaja como siempre, con la ovación de su pueblo al recibir la medalla corporativa que le nombra linense insigne.

      Me alegro de que se le nombre Hijo Predilecto, aunque sea tarde. Hubiera sido mejor en vida. Pero así somos los humanos y no aprenderemos nunca por mas que nos clavemos en la frente el propósito de enmienda.

Allá, en la Cuadra donde ahora descansa Juan está sonriendo. Y yo se porqué es. Por ti, artista.

La Lluvia Intensa

      La temporada es lo que trae y los tiempos no están para mas. Viene la lluvia, cae la lluvia. En las calles, en el campo, en el mar, en nuestras vidas. La lluvia es protagonista en estos tiempos, en estos días, en esta vida.

      Cae por la noche y por el día, en el norte y en el sur. Cae temprano y tarde y cae a todas horas del día. El sol en estos momentos se ha ocultado, tímido, a la espera de que de nuevo le toque formar parte de esta sinfonía de colores y de luces que es la vida alegre, la vida.

     Ahora, la lluvia es la protagonista. Y la lluvia intensa. Los periódicos lo dicen y los telediarios también. Lluvia a todas horas y lluvia por todos los lados. Son etapas de nuestra vida, son cosas naturales que entre los humanos tiene sentido. La lluvia.

De Periodistas y Políticos

Se ha desvelado en los últimos días la incógnita del candidato a la Alcaldía por el PSOE en Algeciras para las municipales de Mayo de 2015. Será mi amigo y compañero periodista Fernando Silva, a quien conozco desde hace muchos años y del que se de su decencia personal y de ideales.

Sin embargo quiero reflexionar sobre otros flecos que tienen que ver con este nombramiento a base de primarias y de urnas, algo que en democracia tiene tanto que decir.

Y me viene a la mente, como si  lo viera en estos instantes, allá por el 1998 -cuando presidí la Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar- y mi profesión era al cien por cien la de periodista; aunque sin universidad, que para eso está la de la vida, porque otra no me pudieron pagar mis padres.

Y recuerdo, mal recuerdo porque se me olvidan nombres y apellidos como el que no quiere la cosa, la paliza que me dieron algunos "colegas" por eso de dedicar mi vocación y mis esfuerzos a mejorar mi entorno, a trabajar por mi pueblo y a involucrarme en la cosa política. Aunque no fuera en uno de los partidos "clásicos" de siempre... la paliza fue mortal. El cabreo de algunos que consideraba mis amigos -además de compañeros de profesión- hacia mi fue terrible. Creo que a alguno aún le dura.

Por eso, ahora que estamos en estos tiempos tan revueltos en la política, ahora que se dedican a esto de la vida pública desde opciones libres y voluntarias, periodistas como Susana Pérez Custodio, Ramón Chamizo o el propio Fernando Silva, solo les pido fuerza.

Fuerza para que soportéis los golpes de la vida política, los bajos golpes y los golpes de los colegas, que os hará cantidad de daño.

Yo nunca entendí eso. Puede que fuera la propia envidia cochina que nos inunda los bajos de la clase humana, puede que fuera la frustración de alguno de tener que entrevistar al colega que ellos nunca quisieron o al político que ellos nunca se atrevieron a ser. En todo caso, cosas de humanos.

A Fernando, como a Ramón, a Susana y quienes quieran que sean los aspirantes, mil deseos de suerte. Ojalá lo paséis un poquito mejor con los colegas de lo que lo pasé yo. El tiempo lo dirá.

Cosas del Tren

       Sigo con especial atención las conversaciones de un lado y otro de la orilla sobre la necesidad de un mayor compromiso, de una mayor inversión para el asunto del tren en las líneas que conectan el Campo de Gibraltar.

     Y con la mayoría de las declaraciones y opiniones -como no puede ser de otra forma- estoy totalmente de acuerdo. Hace falta de una puñetera vez que se mejore la infraestructura ferroviaria de este corredor en la comarca del Campo de Gibraltar, que se conecte con el mundo y Europa definitivamente el puerto de Algeciras, que se acerque mas a los ciudadanos las mejoras ferroviarias de otras partes del país, al Campo de Gibraltar y que no tardemos un siglo en llegar a Madrid, Sevilla o Cádiz.

      Pero de ahí a la sangre que algunos grupos están haciendo, hay un mundo. Ahora parecen que se olvidan que cuando ellos gobernaban, cuando otros tenían el poder de la Diputación, el Gobierno Central y el Ministerio competente, ni se acercaron a ver como estaba nuestra tierra. Y de eso no hace tantos años.

      Parece que se olvidan que los campogibraltareños, para tener que ir a Cádiz en tren, debemos pasar por Málaga, Sevilla y luego llegar a Cádiz capital. Tres provincias y sobre las 6 horas de trayecto. Parece que se olvidan que la Algeciras-Bobadilla está igual que hace un siglo y que nadie la ha mejorado en estos lustros...

     Es que hay que tener la cara muy dura para encabezar reclamaciones, plataformas y exigencias cuando en la etapa en la que los tuyos gobernaban, ni se acordaron de donde estaba Algeciras ni donde estaba esta olvidada comarca. Por mucho que ahora lo dulcifique el amigo Manolo Morón.