Se ha desvelado en los últimos días la incógnita del candidato a la Alcaldía por el PSOE en Algeciras para las municipales de Mayo de 2015. Será mi amigo y compañero periodista Fernando Silva, a quien conozco desde hace muchos años y del que se de su decencia personal y de ideales.
Sin embargo quiero reflexionar sobre otros flecos que tienen que ver con este nombramiento a base de primarias y de urnas, algo que en democracia tiene tanto que decir.
Y me viene a la mente, como si lo viera en estos instantes, allá por el 1998 -cuando presidí la Asociación de la Prensa del Campo de Gibraltar- y mi profesión era al cien por cien la de periodista; aunque sin universidad, que para eso está la de la vida, porque otra no me pudieron pagar mis padres.
Y recuerdo, mal recuerdo porque se me olvidan nombres y apellidos como el que no quiere la cosa, la paliza que me dieron algunos "colegas" por eso de dedicar mi vocación y mis esfuerzos a mejorar mi entorno, a trabajar por mi pueblo y a involucrarme en la cosa política. Aunque no fuera en uno de los partidos "clásicos" de siempre... la paliza fue mortal. El cabreo de algunos que consideraba mis amigos -además de compañeros de profesión- hacia mi fue terrible. Creo que a alguno aún le dura.
Por eso, ahora que estamos en estos tiempos tan revueltos en la política, ahora que se dedican a esto de la vida pública desde opciones libres y voluntarias, periodistas como Susana Pérez Custodio, Ramón Chamizo o el propio Fernando Silva, solo les pido fuerza.
Fuerza para que soportéis los golpes de la vida política, los bajos golpes y los golpes de los colegas, que os hará cantidad de daño.
Yo nunca entendí eso. Puede que fuera la propia envidia cochina que nos inunda los bajos de la clase humana, puede que fuera la frustración de alguno de tener que entrevistar al colega que ellos nunca quisieron o al político que ellos nunca se atrevieron a ser. En todo caso, cosas de humanos.
A Fernando, como a Ramón, a Susana y quienes quieran que sean los aspirantes, mil deseos de suerte. Ojalá lo paséis un poquito mejor con los colegas de lo que lo pasé yo. El tiempo lo dirá.
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