Guerra el el Mar

La batalla de las aguas sobre Gibraltar no es una cosa nueva. De vez en cuando, cuando entra un nuevo ministro en Gibraltar, cuando las negociaciones sobre cualquier asunto que les interesa a los yanitos no sale como ellos quieren o cuando el foto tripartito, aquel que se inventaron, no funciona; empieza de nuevo la batalla.

Y siempre con los más débiles; ataques a los pescadores que luchan por unos pocos de cientos de euros en una salida, largas colas en la frontera a uno y otro lado de la verja y una batalla dialéctica en los medios de comunicación de medio mundo que no lleva a ninguna parte. 

Cada uno, en esto, echa el pulso que mas le interesa y siempre perdemos los mismos. Finalmente, se va suavizando todo en unas pocas semanas -porque nunca podría ser de un día para otro- y aquí no ha pasado nada.

De una vez por todas, alguien debería coger esta sartén por el mango y darle ya una resolución definitiva que dura demasiado y que aunque para nada Gibraltar valga una guerra, esta batalla la tenemos que ganar todos. De la mejor manera, de la mas entusiasta forma. Recordando una cesión vergonzosa y un Tratado incuestionable.

Ya son demasiados estos 308 años. Pero me parece que nada ocurrirá. Y nuestros nietos seguirán escuchando hablar de ocupación ilegal de aguas, de crecimiento desmedido en el mar, de largas colas, de blanqueo de dinero y no se que cosas mas.

La valentía siempre ha sido la que ha hecho historia. Pero la historia no para de cebarse con esta comarca y sus habitantes, mientras los políticos nacionales de turno solo se acuerdan del Campo de Gibraltar para comer en buenas mesas y usar nuestras carreteras. Así, sin mas.

Revisar la Educación

Nadie duda de los grandes cambios y transformaciones que ha tenido la educación en el último siglo. Las cosas de antes y las de ahora. Sin embargo la educación no termina de encontrar en nuestro país, bajo mi modesta opinión, la solidez que precisa para un asunto tan importante como se trata cuando hablamos de la educación de nuestros hijos, la de las nuevas generaciones que se van formando.

Hoy está en huelga, con un porcentaje altísimo, la educación española. Los alumnos no han ido a clase, en su inmensa mayoría y un nivel alto de profesionales han secundado una huelga precisa por los tiempos que vienen tan duros en esta espina dorsal de un país.

Y la huelga es contra todos, que nadie piense. Es contra el gobierno de Madrid, gobernado por el PP y contra la propia Junta de Andalucía, gobernado por el PSOE e IU-CA que hace unos días anunciaba enormes recortes a los profesionales.

No se porqué los gobernantes de alta escala siempre la pagan con el patito feo, con la hermana pequeña, con los temas de comer, con las cosas delicadas. Verdad es que ni siquiera para terminar de redactar la Constitución Española casi no se ponen de acuerdo solo y exclusivamente por el asunto de la educación.

Ya la venida de la democracia trajo cien y unas nuevas leyes, proyectos, programas y un sin fin de cosas mas que tenían que ver y que, en muchos casos, ha sido un enorme fracaso.

Habría que revisar la educación. La educación de los niños y jóvenes estudiantes de un país como el nuestro. Se tendrían que poner de acuerdo, a modo de pacto general de Estado, todos los partidos y todas las ideologías y marcar una línea de fuego que no cruzarán. Eso podría ser una gran conquista en favor de esta y de las nuevas generaciones.

Pero ni para esto son capaces los políticos que en la actualidad nos representan en los sillones de los congresos y los parlamentos. Una pena

No lo dude, Majestad

A hecho usted y el gobierno de España bien en anular su visita a Londres para besar la cara de la Majestad de los Ingleses por el 60º Aniversario de su reinado en tierras galas.

Motivos mas que sobrados han hecho tomar una extraordinaria decisión a la diplomacia española con un guantazo -como decimos por esta tierra- a quienes querían invitar a tomar té a una mujer como usted que ha sabido siempre jugar con la diplomacia, la elegancia y la responsabilidad. Todos lo sabemos.

La visita de unos príncipes a la Roca en momentos inoportunos, la lucha de las aguas que Gibraltar nunca tuvo ni les corresponde y la comida de nuestros pescadores en su batalla del día a día con el mar, la algo turbia economía de la calle real gibraltareña, la poca colaboración en ceder proyectos conjuntos con nuestra comarca y unas pocas de cosas mas justifican su negativa a no acudir estos días a comer a la casa de su graciosa majestad.

Su firme decisión ha sido una respuesta digna de la primera mujer de este país. Bien, doña Sofía. Esta noche hasta los mas republicanos seguro que duermen tranquilos. De camino, no sería mal que para olvidarnos un poco de la prima, la bolsa, las deudas, los recortes y todas estas cosas que nos azotan desde hace meses, ahora abriéramos una puerta al diálogo sobre el futuro de la Roca y sus habitantes, amigos del Campo de Gibraltar siempre.

Nunca tenga esa duda, Majestad. Como usted bien sabe Gibraltar debería volver un día a nuestra tierra porque de ella se desprendió en un  mal juego entre políticos y reyes hace mas de 300 años. Y desde entonces estamos esperando pacientemente que la fruta madure. No lo dude, Majestad.

De Indignación

Estamos en el primer aniversario de la revolución de las masas, la salida a la calle de la gente que no aguanta un sistema que hace aguas por muchas partes, que falla en la justicia, en las normas democráticas, en el estatus de los políticos, en la canallada de una ley electoral que no gusta a nadie, pero que nadie se atreve a cambiarla de una vez por todas.

Las calles fueron, entonces, un hervidero de gente, un salpullido de ilusión y de esperanza, una serie de concentraciones serenas y pacíficas que piden que esto no puede seguir así, que hay que echarle mas cara a la vida porque la vida se nos está escapando de las manos sin un compromiso de revolución para los nuevos tiempos.

Estamos ante un nuevo 15-M en el que vemos que nada o casi nada ha cambiado desde entonces. Sabíamos que no iba a ser el mayo francés, ni la revolución de los claveles. Pero es verdad que algo de esperanza teníamos en que algo cambiara. Y nada ha cambiado.

Yo estoy indignado, claro que si. Aunque no estuviera en Sol por aquel mes de hace un año. Cada día pienso mas que el Sol debe servir para soñar y también para transformar.

Mi indignación, mi reclamación de la plaza la hago hoy en esta entrada mía en el blog. Y aquí pido mas luz para este Sol que nos alumbra. De una puñetera vez.

Cepsa, con todos los respetos

En su edición digital de ayer, el periódico Algecirasalminuto.com saca a la calle una espeluznante información en la que denuncia que el concejal sanroqueño, portavoz del PIVG, Jesús Mayoral, ha utilizado -posiblemente de modo irregular- el correo corporativo de la empresa Cepsa, donde trabaja (?) desde hace años, para uso partidista y político.

El redactor de la información, dentro del equilibrio informativo que ello supone, transmite sus dudas y cuestiona el papel de la empresa Cepsa en el Pivg, en Jesús Mayoral y en su gestión en el Ayuntamiento de San Roque. La información llega a cuestionar si Jesús Mayoral es concejal de Cepsa en el Ayuntamiento de San Roque, algo que ha estado en la cuerda de la duda en numerosas ocasiones y que ha provocado risas, burlas, debates agrios y cuestionamientos profesionales. esto lo sabemos todos.

Cepsa, con todos los respetos, creo que merece nuestro respeto. Por encima de puestos de trabajo, ecologistas, medios de comunicación, sindicatos, playa y mucho mas, está el mundo de la cortesía. Cepsa ha presumido de ser siempre una empresa correcta en sus tratos, en los detalles, en la discreción de sus hombres y mujeres, en la labor y la tarea de sus profesionales. Y lo que Mayoral ha hecho ha sido sencillamente una auténtica aberración que poco menos que raya la violación de la confianza que su empresa un día le dio y que creo que hace tiempo perdió.

Cepsa sabrá si se esa confianza la sigue manteniendo este tal Mayoral y si merece que el individuo siga tambaleando la objetividad e imparcialidad que hacia San Roque y sus representantes políticos siempre tuvo la empresa sanroqueña. Todo esto, dicho con los máximos respetos.

Obrero

El Primero de Mayo es tradicionalmente el día del trabajador, del obrero. Y este año me parece a mi que la cosa pinta como para reclamar la justicia que, de verdad, se viene necesitando en un sector tan importante de la sociedad española.

No puede ser, sinceramente, que los menos protegidos, los mas débiles sigan pagando el pato de los errores históricos que han venido moviendo la sociedad en los últimos tiempos, sea la culpa de quien sea y responsables quienes hayan sido.

Por eso, hoy estoy al lado de los trabajadores -como yo-, al lado de los inmigrantes que verán la pérdida de sus valores mas primarios, al lado de los obreros de la mar que ven como sus aguas se afean cada vez mas, al lado de los agricultores que siguen perdiendo sus cosechas, al lado de los trabajadores de la construcción que perdieron el sueño europeo del maldito ladrillo mal usado, al lado de los miles de españoles que cada día hace cola en la misma puerta del Inem sin una esperanza ni una salida, al lado del padre que ya no sabe donde escarbar para poner un plato caliente cada día a sus hijos, al lado de la maltratada que no encuentra salida profesional, al lado de los jóvenes que acaban la carrera y no paran de pensar en el pasaporte para buscarse la vida, al lado de los currantes de la hostelería que tienen mal presagio de lo que viene, al lado de los que ya no tienen...

Obrero, trabajador, gente de bien que merece una atención que no le llega, ni que aparece. Este Primero de Mayo estoy al lado de los que la están pasando canutas, obreros sin mas.