A hecho usted y el gobierno de España bien en anular su visita a Londres para besar la cara de la Majestad de los Ingleses por el 60º Aniversario de su reinado en tierras galas.
Motivos mas que sobrados han hecho tomar una extraordinaria decisión a la diplomacia española con un guantazo -como decimos por esta tierra- a quienes querían invitar a tomar té a una mujer como usted que ha sabido siempre jugar con la diplomacia, la elegancia y la responsabilidad. Todos lo sabemos.
La visita de unos príncipes a la Roca en momentos inoportunos, la lucha de las aguas que Gibraltar nunca tuvo ni les corresponde y la comida de nuestros pescadores en su batalla del día a día con el mar, la algo turbia economía de la calle real gibraltareña, la poca colaboración en ceder proyectos conjuntos con nuestra comarca y unas pocas de cosas mas justifican su negativa a no acudir estos días a comer a la casa de su graciosa majestad.
Su firme decisión ha sido una respuesta digna de la primera mujer de este país. Bien, doña Sofía. Esta noche hasta los mas republicanos seguro que duermen tranquilos. De camino, no sería mal que para olvidarnos un poco de la prima, la bolsa, las deudas, los recortes y todas estas cosas que nos azotan desde hace meses, ahora abriéramos una puerta al diálogo sobre el futuro de la Roca y sus habitantes, amigos del Campo de Gibraltar siempre.
Nunca tenga esa duda, Majestad. Como usted bien sabe Gibraltar debería volver un día a nuestra tierra porque de ella se desprendió en un mal juego entre políticos y reyes hace mas de 300 años. Y desde entonces estamos esperando pacientemente que la fruta madure. No lo dude, Majestad.
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