Me he despertado de la siesta esta tarde con la mala noticia de tu partida desde tu noble pueblo de San Roque en la que tu y tu familia habéis tenido protagonismo sincero desde hace generaciones. Ahí queda doña Basilia -tu abuela-, tio Pepe -el Alcalde-, tio Paco y tantos...
Y me ha sorprendido tu marcha, José Enrique. Desde la distancia -que no era tanta, no creas- de muchos planteamientos políticos hasta tu postura sincera y quijotesca siempre en tantas propuestas que en muchos casos no se pudieron hacer realidad porque la realidad de la vida es mucho mas tosca e interesada de lo que tu y yo siempre hemos pensado, amigo.
Hoy te vas en tu San Roque. El mismo que este año te honró con nombrarte "Miembro honorario de la Corporación" y de lo que lógicamente me alegré. Tu amada familia te llora y los que te conocimos, te tratamos y estuvimos cerca de ti te recordamos con respeto y cariño, José Enrique. No olvidaré las veces que mediaste, las veces que con serenidad gestionabas las diferencias ante la mediocridad y la indecencia.
Al asunto político se le suma, si cabe mas, el tema educativo en el que tanto luchaste desde el IES "José Cadalso" por tantos años. A veces la vida se tuerce torpe y desagradable entre la fragancia de los jazmines que hoy pongo en tu recuerdo sobre el ojal de la amistad que nos colmó.
Hacia tiempo que no te veía, Jose Enrique. No sabía de tus dolencias, tan humanas, tan carnales y tan traicioneras. Ahora sigue, volando cual quijote por la altas nubes del señorío sutil con el que viviste, querido. Ahí, seguro que ahí, nos volveremos a encontrar una de estas tardes de domingo.
