lunes, 21 de julio de 2014

Para Usted, Presidenta

Señora Presidenta de la Junta de Andalucía;

Desde hace meses, mas de un año, llevo denunciando de todas las formas que me es posible la paralización de las obras del nuevo Hospital de La Línea-San Roque que su gobierno ha mandado parar con la excusa de una crisis terrible que todos soportamos.

Vengo denunciando que esto no puede ser. Que usted no puede predicar sin dar trigo, que usted no nos puede decir que lleva su carga de apoyo social sin recortes en sanidad, educación, temas sociales.... y las obras de este nuevo hospital están paradas y desmanteladas por cuatro golfos que se han llevado hasta las tasas de baño que se colocaron. Lamentable.

No le voy a denunciar que mi padre falleció hace mas de dos años, ingresado en el hospital, en una interminable lista de espera para una intervención que nunca llegó y lo enterró para siempre. Ni tampoco le denunciaré que mi madre se la llevó el destino hace casi 10 años en una explosión de su corazón y en una destartalada ambulancia, sin medicación ni profesionales, que ni eso merecía tener este hospital. No le voy a denunciar ya que los profesionales de este cuartel general de la salud han denunciado mil veces las deficiencias, goteras, suciedades y mal estado de las dependencias de el hospital que tenemos en la actualidad; sin lugar a dudas el peor de toda la región de la que es usted su presidenta.

Le voy a decir que ahora han aparecido cucarachas y ratas en los quirófanos del hospital de la seguridad social en el que usted ordena pagar a sus profesionales cada mes. El mismo que lleva la bandera de Andalucía en sus estandartes oficiales, como institución pública que es y a un organismo público corresponde.

Yo de usted me daría vergüenza ser la Presidenta de todos los andaluces y tener un hospital al que nadie quiere ya ni ir con estas condiciones. Y me daría vergüenza seguir diciendo que apoya la salud, la sanidad y esas cosas y tiene paradas sus obras desde hace casi dos años en un hospital nuevo al que ya no le quedaba tanto por terminar y que usted ha clausurado para la eternidad. Que aquí no nos merecemos esto, señora. Que por eso seguimos siendo andaluces de segunda y de tercera. 

Mientras sus monigotes políticos del partido en la zona siguen aplaudiéndole en sus mítines y visitas por la zona. Le sacan la falsa sonrisa y le aplauden; mas buscando cargos de futuro y vivir del cuento del partido, que defendiendo los intereses de los ciudadanos de la mitad del Campo de Gibraltar.

Vergüenza torera. O vergüenza socialista, si quiere, señora Presidenta. Pero tenga alguna, por Dios. Y venga a esta tierra que tanto lleva olvidada. Al menos para matar cuatro cucarachas y una rata que ha aparecido en un quirófano perdido en el hospital mas destartalado de la tierra de la que es usted su Presidenta.

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