viernes, 7 de septiembre de 2012

Un Solo Discurso

Nunca me gustó ni agradó el discurso único. Donde falta la contestación, falta la libertad, falta la opinión, falta la calidad.
Cuando las unanimidades llegan, sobre todo en los tiempos en los que estamos a uno le entra un repelú que no sabe que pensar. Otros tiempos, quizás otros tiempos...
La participación, la voz de lo contrario, aunque solo sea una. La opinión de otros y el voto discrepante es herencia de transparencia y de no tener miedo por nada. Ni por nadie.
Ahora, otros valores, posiblemente mucho mas personales, están en alza y en auge ante la pluralidad que caracterizó a este país desde 1975. Y antes.
Antes, una solo voz y una sola autoridad. Pero un pueblo que, aunque soterradamente, siempre discrepó del poder.
El poder. Já.

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