jueves, 1 de febrero de 2018

Para Cuando Ya No esté... (I)

Decía Baden Powell, creador del mundo escultista en su último mensaje que aún cuando no se estaba muriendo en ese momento, como el pirata del cuento de Peter Pan, siempre estaba escribiendo sus últimas palabras por si no le daba tiempo...
Me ha dicho mil veces mi maestro y buen amigo Antonio García que cuanto mas años vamos cumpliendo y menos juventud gozamos mas gente se nos va de nuestro lado. Seguramente por eso de que cada vez conocemos a mas personas por los años de los años y nos rompen trozos del corazón cuando se nos vá gente a la que queremos y que suponen algo o mucho en nuestras vidas...
Y me sigo emocionando cuando escucho el pasodoble de mi genio Antonio Martín en esa entrañable letra en la que dice como quiere su despedida el día que se marche "...y la espuma de las olas me salpiquen a la cara..."
En los últimos años llevo meses en los que es raro que no se marche de lo terrenal alguien por quien tengo sentimientos en mi piel y que ha supuesto algo en mi vida por una u otra razón...
Y es verdad que afortunadamente me encuentro bien, me siento súper joven y tengo ilusiones a montones en muchas cosas de vida.
Pero nadie está libre de que un día de estos digamos adiós a todo esto que nos rodea y por lo que llevamos sobreviviendo desde hace ya algunos añitos. Es por eso que esto no es un testamento ni una despedida. Pero si una reflexión. Por si no me da tiempo cuando llegue la hora... No querré tampoco que me lloren ni me lleven flores, que alguien se acuerde de recitar un buen poema de Federico para que la literatura siga abanderando la cultura por la que sigo perdiéndome entre libros y callejones.
No me importará acabar con lo que quede en las aguas de una de las finas playas gaditanas que de siempre me embaucaron y por la que tengo un delirio que pocas cosas superan en esta vida.
No querré velada ni recuerdos, que esos me los llevo y los vivo aquí, con la gente que quiero y a la que me entrego en la medida de mis posibilidades. Recordaré, cual niño cerca de la arena en la que di mis primeros pasos, a todos los que me enseñaron, a los que inculcaron y me emocionaron alguna vez y en algún momento. Para cuando ya no esté, seguiré estando en el alma y el corazón de los que quiero...

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