La luz está de miedo. Sinverguenzas, usureros, tramposos, maleantes, puertasgiratorias, bellacos, atracadores, malvividores, hijosdesumadrequenotieneculpa, cabroncetes, ladones, manipuladores y no se cuantas miles de cosas mas les podemos llamar. Pero ahí están. Con la cara mas dura que el granito. Subiendo cada día mas el precio de la luz y del kilovatio y esas cosas que no entendemos los ciudadanos de a pie, que solo sabemos del recibo a fin de mes y que cada día que nos llega está mas caro.
Vergüenza les debiera dar a unos y a otros, a todos los que tienen algo que ver. A los que se están forrando con el dinero de la clase trabajadora, de los ciudadanos llanos que nos sentimos indefensos, impotentes y encabronados. Sin mas.
Luces de miedo, miedo de luces. Luces encendidas que tenemos que apagar. Apagamos para poder sobrevivir y para poder respirar. Cabroncetes que se vuelven ya cabrones. Y que me perdonen los educados que hasta la educación se pierda cuando otros pierden la dignidad y el respeto.
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