Anónimos

Hay un perfecto anónimo, ya casi localizado, que no cesa de incluir comentarios en casi todos los textos que subo a este blog personal y que, a modo de acosador permanente, no para de insultar y de levantar calumnias y ofensas sobre este periodista que decidió tener un blog público en la red de redes hace mas de dos años.

A mi no me ofendes los insultos ni las descalificaciones, menos las de un “anónimo”. Los elimino de las respectivas entradas de mi blog por dignidad hacia los lectores y participantes en los comentarios que se producen.

No voy a entrar a responder, por supuesto, a ninguna de sus descalificaciones ni insultos porque no voy a seguirle el juego a un estúpido que no tiene agallas para escribir con nombre, apellidos y dni, dando la cara y cuestionando lo que le plazca, como corresponde en una sociedad abierta y democrática como la nuestra.

Pero si le voy a decir algo que, espero, le pueda hacer reflexionar: ojalá en algún momento y en alguna ocasión tengas la oportunidad de decirme a la cara lo que no se atreve decir con su rostro en un blog personal en el que, sinceramente, cada uno puede escribir lo que quiera, incluso cualquier discrepancia sobre lo que escribo. Puede entonces, que este sencillo sinvergüenza, deje de ocultar sus insultos y los tenga que explicar mejor su letrado para defenderlos ante su señoría.