jueves, 17 de febrero de 2011

Para Ian

Este hombre no se cansa. Dale que te dale con Lorca, su vida y su muerte. Hasta la locura. Y así desde hace mas de 40 años, que vino por primera vez a Granada con su mujer, Carole. Y allí se enamoró de la ciudad, de Andalucía, de nuestra cultura y de Federico.

He leído todas sus obras en los últimos 15 años y le admiro. Su inmenso trabajo en pos de la búsqueda de la verdad sobre la vida, su obra, los últimos días y la muerte de Federico García Lorca han servido para mostrar luces donde antes solo existían sombras. Algunas muy oscuras.

Su investigación y su dedicación le han servido para que se le otorgue la Medalla de Oro de Andalucía y para que se le premie dentro y fuera de nuestras fronteras.

Le admiro por la frescura de sus textos, por la credibilidad de todos sus párrafos y porque, pese a la secuencia de sus acosadores, no cesa en una tarea de búsqueda que clarifica todo sobre el andaluz mas universal de todos los tiempos.

Su última publicación; “La fosa de Lorca: crónica de un despropósito” ha vuelto a sumergirme en estos días de vacaciones en la magnífica tarea de investigación que Gibson lleva a cabo desde hace casi medio siglo. Extraordinaria pieza literaria.

Gibson aún no ha sido reconocido. Ni en Andalucía, ni en España ni en el mundo. Ojalá que no haya que esperar tantos años para reconocerle su trabajo como llevamos esperando los lorquianos para conocer el paradero del cuerpo del insigne poeta.

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