Ha sido el aplauso y el premio de muchos meses de noches frías, de llegar tarde a casa, de dejar a la familia a solas. Igual que otras tantas y tantas agrupaciones de nuestro carnaval mas universal, el gaditano que se vive dentro y fuera de nuestra provincia, el que se convierte en el mas leído, escuchado y visto.
El maquillaje se desteñía entre los tintes del color azul del mar gaditano, entre los aplausos de un Falla que se levanta cuando escucha una copla sabia y que llega. Las cosas no pasa, llegan.
Y las experiencias se viven, como yo la viví en la noche del miércoles en la Calle Zaragoza, muy cerquita de San Antonio, entre bocata de tortilla española y un buena manzanilla de Sanlucar. Con el silencio de la noche por forillo, en una larga de cuchillos largos en la que todos piensan pasar a la corona de una Final a la que solo llegan los que deciden 5 buenos ciudadanos que unas veces aciertan y otras no.
Yo los vi. Lo vi llorar. Juro que al Genio lo vi llorar después de mas de cuarenta y cinco años. Después de los seguidores y derrotistas, de los del Diario y de la radio, de todos esos a los que el fantásticamente le escribió en aquella "Tras la Máscara" del 89.
Y su llanto era de felicidad, de recompensa sin mas. Con humildad aunque no lo parezca, con el beso de su Carmela y Rosarillo y con el amor de su gente y de sus amigos y con el abrazo de quienes escuchan a un Maestro que ya hizo hace años historia en el Carnaval.
Pase lo que pase, otra página mas de la historia de su agrupación y del autor mas laureado y premiado del Carnaval Gaditano. Ahora, después de la tele y el premio viene la calle. Y esa es genial, seguro.
Y ahí estará el Genio regalando coplas a quienes la quieran escuchar...
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