lunes, 11 de noviembre de 2013

El Camino de Las Niñas

Hacía fresco aquella mañana. Isabel se disponía a preparar las cosas de la casa, como cada día. Recoger las cosas, preparar la comida, fregar el suelo... las niñas, Isabel y Mercedes se marcharán esa misma tarde en el viejo tren de Algeciras que iría a Madrid y luego a París. Se les escapaba sus hijas. Ni la incipiente industria que surgía en la zona, ni las casas de los señoritos de Gibraltar que inundaban la zona de Campamento y la Avenida España de La Línea les ofrecían trabajo para empezar a vivir, a soñar... a volar.

Se fueron con la tristeza de la familia, con el sueño de la nueva vida, con el empeño de empezar en otro lugar... . Con los años, Isabel y Mercedes crecieron, avanzaron y ya son abuelas, igual que Isabel que por aquellos años ya tenía sus primero nietos. Hoy viven a varios cientos de kilómetros del lugar en el que nacieron y allí crearon una nueva vida, aunque aún suspiran por respirar el aroma de la espuma de mar que las olas derraman en la orilla mas hermosa del Mediterráneo.

Luego, un cuarto de siglo después, Adela y Anabel hicieron lo mismo. Ellas también quisieron soñar. Lo mismo que sus tías, Mercedes e Isabel. Un día cogieron la maleta, la ensartaron de sueños, proyectos, ideas y valor y se fueron con el beso en la mejilla de Mamá Antonia que lloró mil veces -unas a escondidas otras no- aquella partida dolorosa de las niñas, las únicas hembras entre seis hijos.
Otra vez, 25 años después, el mismo camino de las niñas.

Otra era, otras aspiraciones, otras familia, otros hijos y pronto, otros nietos. La ruleta mágica de la vida que, cual noria que gira y gira, siempre pasa por el mismo sitio una y mil veces.
Aquellas niñas ya se hicieron mayores y dejaron atrás sus rabiosos años de juventud y de locuras. Y, como tías Isabel y Mercedes siguen suspirando por respirar el aroma de la espuma de mar que las olas derraman en la orilla mas hermosa del Mediterráneo.

Hoy, 25 años después de Adela y Anabel y 50 años de Mercedes e Isabel, "Las Niñas", otra "niña" empieza su nueva vida en un destino a varios cientos de kilómetros de donde nació.

La crisis, las aspiraciones legítimas, los sueños que se quieren conquistar, el empeño en ganar la batalla, la honestidad de la mirada y muchas cosas mas le han hecho que se haya cargado de valor. Posiblemente mucho mas del que yo nunca pude llegar a tener para eso. Y empieza una nueva vida que, estoy seguro, ganará contra el pesimismo del futuro. 

Es cuestión, sencillamente, de tener Alma. De tener el alma de la libertad y de los sueños que aún quedan por cumplir... suerte, mi niña!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me has hecho de llorar papá tus palabras me ayudan y me dan fuerzas a seguir creciendo como persona, gracias por todo te quiero eres tan especial.. ♥

Anónimo dijo...

valla tela,ami tambien me has hecho llorar,como bien sabes por culpa de esta crisis tambien a mi madre,a mi padre y a todos nos esta costando acostumbrarnos a estar a tantos kilometros de mi hermano de mi cuñada y mi niña.

Anónimo dijo...

(Primo Josemari). Muchas gracias, primo, por tener a mi madre en el recuerdo de esa forma tan entrañable. Mi madre, tu tia Isabel, me ha contado muchas veces ese primer viaje en tren en el que tardó 4 dias en llegar a Londres, en el que cogió hasta piojos. Luego, unos meses más tarde se decidió por París, donde yo nací. Un abrazo en estos duros momentos.