martes, 30 de noviembre de 2021

Mi Entrañable Manolín


No te pondrán una placa en la casa en la que naciste, ni te pondrán un palco a tu nombre en el Campo "Manolo Mesa". No te pondrán un busto en la Alameda de San Roque, ni siquiera una chapita dorada en la esquina de la barra del "Depor" en el que tantos años apoyaste tus codos. Pero has quedado en el corazón de cientos de buena gente que hemos sentido con dolor y tristeza tu marcha este fin de semana.

    Hablé contigo la última vez hace poco mas de dos meses. Supe que estabas mal y que de nuevo habías tenido un tropiezo en las cosas de la edad y la suerte de la salud de las personas. Hablamos de cosas nuestras de siempre, de recuerdos de ayer y de hoy. Me quedé con las ganas de ir a verte porque esto de la pandemia no permite muchos paseos, pero sabes -amigo de los de verdad desde que yo era un niño- que te he apreciado de corazón.

    Y ahora, ahora que te has ido y que lo podemos decir, diremos que eras, sencillamente, un genio. Que has hecho por tu pueblo mucho mas de lo que muchos saben y que quisiste a San Roque y a tu "San Roque -club deportivo- como poco se quiere en la vida.

    Que fuiste hijo de uno de los mejores funcionarios que ha tenido el Ayuntamiento de San  Roque, que fuiste nieto de Alcalde de la ciudad y que con tu estilo y tu forma fuiste un funcionario ejemplar.

    Además, con tus firmas como Madiso en algunos medios de comunicación tuviste pinceladas de periodista, durante varios decenios fuiste secretario eterno del CD San Roque contando con la ayuda de muchos -especialmente de tu compadre Gamito al que admirabas con respeto y dignidad-, fundador de la Peña "Adolfo Aldana" para los buenos madridistas sanroqueños y hasta secretario de las primeras comisiones de Fiestas que tuvo nuestro Ayuntamiento tras la recuperación de la democracia y ahí aportaste tu grano de arena para la recuperación de las fiestas de Carnaval en San Roque en 1980 e incluso la recuperación del Toro del Aguardiente, con la ayuda de Helio Camacho y Juan Caparrós Lacera, entonces concejal-delegado de fiestas del Ayuntamiento.

    Cuidaste a tus padres como pocos. No solo le distes amor y cuidados, también pasión de hijo y responsabilidad en su cuidado, que no es poco. Fuiste mi amigo y compartimos tantos momentos que casi se me olvidan. Pero no se me olvida que te echaré de menos en el paisaje de nuestra Alameda, el "Depor" de los hermanos Andrades de toda la vida y en "La Cruz Blanca", tan cerquita de tu casa.

    Manuel, hasta luego mi querido amigo. Te has ido tan callado que casi no te hemos podido decir adiós. Seguiremos hablando de nuestras cosas. Que tengo mucho que contarte, mi llorado Manolín.

(Fotografía de Juan Mena Sánchez)

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