Empieza la subasta

Campañas de asfaltado, inauguración de parques infantiles, planes de empleo, mejoras de hogares de los mayores, atención a los estudiantes, ampliación de plazos para crear mas talleres, mejoras en zonas verdes, etc. etc. etc., todo un galimatías de buenas intenciones y de gestión sobre gestión para lograr embaucar a los votantes que hemos de depositar nuestros votos allá por los últimos días del mes de mayo de 2023.

    Pero, varias cosas. Los españoles ya somos adultos y nos damos cuenta cuando meses antes de las elecciones municipales hay alcaldes y alcaldesas que levantan calles enteras en el mismo centro urbano para que los ciudadanos sepan que se gestiona. Los españoles ya sabemos del talante personal de los candidatos porque en estas ciudades medias nos conocemos todos, sabemos de que pie cojea cada uno y entendemos lo que hay que entender. El que quiera saber, que sepa.

    Y claro que hay quienes se encargan de hacer promesas a lo largo de los cuatro años de un mandato; nuevos recintos feriales, construcción de viviendas, grandes puentes sobre el río, creación de empleo... un rosario de cosas que solo suenan a subasta. 

    Mal rollo de este tipo de políticas que ya a estas alturas del siglo XXI y con ganas de comernos el mundo de nuevo nos repugna en la subasta en la que otra vez nos meten estos políticos que tanto miran por los intereses generales. Los intereses generales suyos.