jueves, 19 de septiembre de 2024

Otra Ronda


    Hoy se reanudan las conversaciones para avanzar en el asunto de Gibraltar. Los ministros se vuelven a sentar con un veterano Albares que ya sabe de que va la cosa y un nuevo ministro británico que se estrena en la cartera de exteriores. Picardo estará también presente en una reunión que se espera intensa y en la que parece que lo mas destacado podría ser intentar sacar del escollo el asunto en el tema de los controles de la seguridad en puerto y aueropuerto.

Si no existe voluntad política y se enrocan en lo mismo de siempre del "Gibraltar Español" no avanzaremos nada y esto se congelará, teniendo en cuenta que dentro de unos meses las cosas se van a endurecer muy mucho en la frontera y sus controles y quienes mas lo padecerán -como siempre- los trabajadores transfronterizos. 15 almas que sobreviven de la Roca y eso lo saben todos.

Si no son arriesgados, si no son valientes, si no son generosos, poco se avanzará en este tema que llevamos observando como meros espectadores desde hace años. Picardo tiene mucho que decir hoy. Y su generosidad tiene que ser uno de los pilares de este encuentro. Por la prosperidad de las dos zonas y todo el Campo. Nuestro Campo de Gibraltar.

miércoles, 4 de septiembre de 2024

Javi, otra dimensión

    

    Un mes desde tu partida justo hoy, 4 de Septiembre. Un domingo de esos que no se olvidan, querido hermano. Mi "Juliaqui" preferido, como te puso de niño Mercedita Lupiañez, el Ankagua de nuestras bromas, el Nikima de los de Zahara, el niño bonito de la casa...

No quiero estar triste, porque te marchaste rodeado de todos los que tu amabas y porque ya se que estas en esa otra dimensión en la que estás sonriendo y recordando miles de anécdotas de tu vida. Pero aquí, que tu sepas, no te olvidamos.

Hoy hace un mes que la vida nos dio otro "arañazo", otra sacudida en el corazón. El mismo corazón que tantas veces te falló y que te llevó tantas veces a la UCI. Pero que curiosamente al final no fue la causa de tu despedida.

No te quiero decir nada, hermano. Desde que naciste, a mi lado. Desde que te cogía con las manos y te llevaba en el bus hasta Puente Mayorga para pasar el verano junto a Abuela Isabel, luego tus trabajos, tu Hostal Castro de Zahara, el Hogar de tantas ocupaciones que te ha tenido entretenido los muchos y  últimos años, el beso siempre a la Virgen del Carmen y a nuestros padres que nos dieron mas de lo que tenían. Y Juani, siempre la fiel escudera a tu lado. Y tus hijos; Javi, Jesús, Manuel.

Ahora que estás tan cerquita de los papás, en este 4 de septiembre cuando hace un mes de tu despedida física, diles a todos los que tienes a tu lado que me guarden un huequito por ahí, cerca de las estrellas y de la orilla de los mares que hemos conocido en la vida. Te querré siempre, hermano. Hasta después de que me vaya, te seguiré queriendo.

lunes, 2 de septiembre de 2024

De la Muerte



     Fue y sigue siendo un tema tabú del que no nos gusta hablar, al que le tenemos miedo y muchas veces terror. Pero es una realidad tan simple como que en estos momentos estoy escribiendo este texto y que es así, sin mas.

No recuerdo con clara nitidez desde cuando conozco la muerte como tal y, sobre todo, desde cuando puedo entender lo que significa. Recuerdo que en la Calle Rodríguez López de Puente Mayorga donde nací y me crie ya hubo alguien de la familia Bermejo que falleció en esa calle, esquina con Avenida del Mar. Y recuerdo el luto, las flores, los llantos y las campanas de la iglesia, poco mas. Tuvo que ser a finales de la década de los 60 del siglo pasado.

Luego vinieron ya los mas cercanos. Mi abuelo José, allá por el 1971 y mas muertes en un entorno entre familia y conocidos o gente mas o menos cercana que un día vivía y al  otro se marchaba a la eternidad. Así de directo, claro y sencillo.

Mi madre también me enseñó el acercarme a la muerte. De pequeño me llevaba de la mano al cementerio a ver de lejos la tumba de mi abuela Adela -mi abuelo Antonio nunca supe donde estaba y un día lo sacaron y lo depositaron en un boquete con mas restos- y algún primo que se nos fue demasiado pronto. Y los espacios donde descansaban mis abuelos paternos también.

Me acuerdo de un compañero del Colegio Buenos Aires de La Línea de la Concepción,  familia de Federico -el de Las Palmeras- que falleció muy pequeñito de esa cosa tan mala, quiero recordar que se llamaba Gregorio Espada Rojas. Entonces ya empecé a cuestionarme porqué los niños y niñas tan pequeños también se iban tan pronto... no entendía pero comencé a saber.

Luego ya te haces mayor y la cosa sigue desde aquellas despedidas como la de Antonio de Sola, en pleno mes de agosto, sin estar enfermo con casi 90 años hasta Paco Carrasco con a penas 46 años hasta Marianita en el incendio del hotel de Zahara o tantos y tantos que se marcharon de una u otra forma.

Hasta que ya la muerte te toca mas cercana, mucho mas cercana. Mi madre con solo 62 años en una mañana de frío marzo o mi padre con 71 años en una cama durmiendo un sueño del que ya no se despertó mas. Hasta el hermano Jorge que nos dejó helado el corazón al marcharse con 42 años y hace menos de un mes Javi, el hermano divertido de la familia que también nos ha dejado huérfanos a todos; viuda, hijos, hermanos, sobrinos...

La muerte que nos separará de la vida que hemos vivido. El momento de esa división entre lo activo y lo inmóvil. Lo difícil de aceptar que ya no se está ni se estará mas. Que, como tan bien dijera Machado, nos iremos como llegamos, desnudos y con las manos vacías, sin mas ni menos. Es decir, sin nada.

Por eso no puede ser un tópico eso de vivir al día, eso de besar con pasión y de conocer lugares con amor. Que debe ser vivir recordar a los que se nos fueron con dignidad y pedirles que nos esperen en ese rincón del largo infinito en el que se cruzan acordes de Paco de Lucía, las tonás de Camarón, algunos pasodobles de Martín y música del mundo de todos los tiempos.

Así la estoy yo esperando para que llegue a visitarme un día de estos, no se cuando. Y no le tendré miedo. Y hasta la sonreiré con un gesto de mueca en mis labios, diciéndole casi en silencio, aquí estoy para lo que quieras hacer conmigo.