A un Mes de tu Ausencia

Fue el día 15 de Agosto y ya parece que ha sido una eternidad. Te echamos de menos, Paco. Lo sabíamos y hoy elevamos nuestra mirada hacia Arriba buscando en que nube o parte del infinito has colgado tu estrella para buscarla.

Fue tu marcha rápida y sin despedida, aunque te hemos dado los honores que te merecías. Te acompañó todo el pueblo, como hubieses querido. Te dimos honores de Alcalde y Autoridad, como te correspondía y te dimos el aplauso sincero de un pueblo que te dijo en tu marcha: misión cumplida, amigo.

Pero pese a la distancia de los días, el silencio de las noches y el entretenimiento que siempre tenemos en el pueblo de tus amores no nos acostumbramos a no tenerte, a no coger el teléfono para saludarte o a no verte por las calles o la Alameda que tanto amaste. No, Paco. Esto no es fácil.

Y aunque prometo que la tristeza no me embarga porque se cuanto distes a tu pueblo y a quienes te conocimos de cerca, añoro que no te podamos contar nuestras alegrías y tristezas.

Sabes bien como te despedimos. Me quedo con el llanto del Padre Caldela en el justo momento del adiós, a pié de ataúd y sin poder rezar el Padrenuestro del responso. Me quedo con el aroma de las flores que te acompañaron en tu marcha, me quedo con el beso sincero de Borja y María Coronada que estuvieron a la altura y al nivel de la marcha de un padre que lo ha sido todo para ellos y que será recordado por varias generaciones en el este pueblo.

Me quedo con tus recuerdos, con tus consejos y con tu mirada cariñosa de siempre. Casi, casi como un hijo. Me quedo con llevarte a hombros con honores y distinciones, aunque se que a ti te sobraban todas. Tu mejor distinción siempre fue la sinceridad.

Un mes justo hoy desde que te fuiste y sigues a nuestro lado. Te lo repetiremos cuando se cumpla un año. Y diez. Y seguro que quienes estén dentro de un siglo.

No será fácil seguir el camino sin ti al lado. O mejor dicho, sin tenerte cerca en nuestro caminar. Porque al lado, justo a nuestro lado, se que siempre estarás.

Cuídanos. Que nosotros cuidaremos tu imagen y tu memoria como te has merecido. Por siempre.