Le conocí siendo yo un chiquillo y siempre me pareció la honestidad y la integridad personalizadas. Su talante moderado, su buen paladar en la conversación y su rancio abolengo de familia venida de Gibraltar español le caracterizaron siempre como un personaje singular a la vez que extraordinario de nuestra ciudad de San Roque.
Le otorgamos con mucha satisfacción el título de Hijo Predilecto de la ciudad de San Roque donde reside la de Gibraltar hace unos años. Le llenó de orgullo y a nosotros de emoción.
Fue concejal muchos años y representante de nuestra ciudad en multitud de ocasiones.
Hoy se marchó, junto a su hermano Emilio a escuchar los Susurros en versos que el poeta modesto de la esquina de la Plaza de la Iglesia siempre escribía entre tantos periódicos y libros en aquel rincón de gloria cultural y sanroqueña de tantas décadas.
Paco Enrique ya está junto al otro Paco, su gran amigo del alma y compañero de aventuras que tanto admiraba. Y junto a otros tantos sanroqueño que han llenado nuestro callejero de gloria y de historia.
Ahora falta, cuando sea el momento, el nombre de la calle para Paco Enrique. Un abrazo, donde estés, amigo.
(Foto de Accesis-Campo de Gibraltar)
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