La izquierda desunida en el foro de la política, sin atar un proyecto común - con su correspondiente pérdida de votos y escaños, claro - sin saber quien o quienes estarán, quien encabezará y qué propuesta se presentará de nuevo para ilusionar a los andaluces. Con un PSOE que quiere pero no se sabe se si podrá. Todo el mundo sabe de las dificultades que su candidato podría tener para se el Presidente de todos los andaluces y mucho tendría que cambiar la cosa para que el ex-alcalde de Sevilla pudiera ser el Presidente de todos los andaluces.
Con un grupo de extrema derecha que todo el mundo repele pero que crece y crece como la espuma en las estadísticas, encuestas y perspectivas electorales. Un Grupo de Ciudadanos que se desinfla como un globo pinchado y que parece que solo hará que salga de diputado a su líder y poco mas. El PP creyéndose subido de tono, con algunos de sus líderes llenando con vacío las palabras oficiales y poco mas.
Todo esto provoca, en efecto, una situación de tensión que no nos merecemos los andaluces ni nos gusta a una gente que lo que está es interesada en salir de este drama que supone la pandemia del Covid -68 fallecidos en las últimas horas- y la otra tragedia del paro en nuestra región.
No nos merecemos estar en tensión, no. Ojalá sepamos poner a cada uno en su sitio cuando llegue la hora que será mas bien pronto que tarde.
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