lunes, 28 de noviembre de 2022

...Diario de una Despedida

Un día antes de mi cumpleaños, el 24 de Octubre de 2022, visité a Carlos Pacheco en su casa de la Calle Santísimo de San Roque, a sabiendas de que el reloj estaba marcando, tristemente, la despedida de un buen amigo. 

    Ese día decidí que iba a escribir sobre las visitas a modo de resumen -sin entrar en detalles, como es lógico- en una especie de "diario de una despedida". Solo me dio tiempo a verlo una vez y a escribir una sola página de ese diario. Hoy, cuando ya han pasado varias semanas de su marcha física, creo que es el momento de publicar ese texto a modo de nuevo homenaje a un sanroqueño genial del que tardará tiempo en volver a salir otro igual. Así sin mas.

    A Carlos Pacheco, nuevamente. Ahora que ya está.

 DIARIO DE UNA DESPEDIDA

Octubre de 2022



DIA PRIMERO. Hace buen tiempo. Es 24 de Octubre y este otoño caluroso prolonga cada vez mas el verano. Parece que en este nuevo ciclo de vida que llevamos encima es lo que toca. Es justo un día antes de mi cumpleaños, mañana martes 25 de octubre. Carlos, Carlitos, Carlos Pacheco Perujo el genio del mundo mundial y amigo desde hace media vida los cumple el 11 de Noviembre. Pero el, si la vida le deja, serán 61 años los que cumplirá.

Aparco en la zona de San Nicolás del casco histórico de San Roque, muy cerca de la calle Santísimo, donde tiene su vivienda Carlos Pacheco y en plena zona monumental donde Carlitos siempre ha querido vivir y así me lo dijo mil veces; en su pueblo, en las calles en las que se crió y donde se hizo un héroe. 

Llego a la puerta de su casa y me encuentro con el episodio de que los padres, justo cuando fueron darse un beso de saludo -porque su padre, Juan Pacheco, se marchaba a hacer unos recados- caen en el salón justo encima de la mesa de cristal aunque, afortunadamente, no se hacen daño y les ayudo a incorporarse. Los padres, pasados los 90, están también viviendo en casa de Carlos, donde comparten paredes con Desiree, la actual compañera de Carlos y el hijo de este, Alejandro. Un genio de mil cosas e hijo único de Carlos y María Luisa.

Carlos ya sabe que estoy en casa, le ha adelantado mi llegada Desiree y se dispone a recibirme a pié de la altísima escalera que siempre presidió la casa genial que un día restaurara Manuel Ortiz, el empresario casado con una chisparrera.

Se le escucha gritar; “ a ese no dejarlo subir, ese que ha llegado que se vaya que no lo quiero ni ver….jijijiji”. A su lado una de las cuidadoras y Carlos se sonríe con la cara de la trabajadora que, en efecto, se cree lo que dice Carlos pero que dice en broma, después de mil charlas que el genio y yo hemos tenido a lo largo de la vida.

Lo veo, en efecto, desmejorado desde que el 23 de Septiembre hiciera público en las redes sociales que sufre ELA y que sabe que la vida le será cortada de raíz uno de estos días. Putada enorme en plena efervescencia de sus éxitos y triunfos en el mundo de los héroes y los tiranos.

    Carlos y yo hablamos durante no mas de 20 minutos. De la puñetera enfermedad, de su diagnosis, de la posibilidad de un médicamente que ayuda en Canadá, del punto de luz al que hay que aferrarse para buscar una esperanzada salida y hasta de política local y casi nacional, como siempre. Son temas habituales en nuestros amenos encuentros que han sido tan prolífero a lo largo de tantos años…

Al final el fisio viene a decirnos que el no puede esperar mas y que llegara otro día. Me niego. No por mi visita ni mi culpa se va a quedar sin fisio Carlos, claro que no. Vengo dentro de unos días. Le vuelvo a abrazar y casi se nos salta una lagrima de los ojos. A los dos. Sabemos que tenemos fecha de caducidad todos en esta vida, en esta despedida. Pero si todo sigue siendo tan natural como la vida parece que el tiene la fecha mas marcada que yo. Le prometo volver pronto, en unos días. Y me dice “aquí te espero, no me falles, compañero”. Y le respondo “yo nunca te fallé, hermano". Pero los dos sabemos que es la última vez que nos veríamos. Yo lo sé y el lo sabe. Es una despedida en la que ninguno de los dos quiere decir adiós...

Esto no es fácil. Pero será así y quiero escribir lo que vaya transcurriendo en este tiempo imprevisible que no se cuanto durará. Claro que estos textos, por cuestiones obvias, no los haré público hasta que suceda lo que ojalá no sucediera en estos tiempos tan tempranos...


(Diseño original de Carlos Pacheco, publicado en la página de Facebook "Carlos Pachecon Fans")

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