Cuando muchos confiábamos que la aprobación de la nueva ley de delitos sexuales iba a poner en orden el cajón de sastre de la justicia en España sobre este asunto nos damos en la cara con las incidencias que venimos conociendo en los últimos tiempos y donde en poco mas de una semana se han rebajado las condenas a mas de una decena de delincuentes que fueron condenados en su día por violadores y criminales. Varios, ya en la calle.
Algo ha fallado, indudablemente. Algo ha sucedido que ha provocado que la cosa no esté acorde con el sentir de esa ley. A uno, que ya sigue las cosas como observador y ciudadano preocupado por estas cuestiones, por las niñas y las mujeres de hoy y de mañana, este tipo de cosas le repugnan. No es menos.
Muchos observadores, asesores, técnicos, letrados, abogados e informantes en los ministerios y al final suceden estos lamentables hechos que nadie quiere de ninguna forma.
Habrá que arreglar este asunto. Y mañana o pasado, no mas. De otra manera estaremos terriblemente preocupados por un no es no que se puede convertir en si.
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