Demasiado triste y demasiado real lo que viene sucediendo en este mes de diciembre con los asesinatos a mujeres en toda nuestra geografía. Terroríficas las cifras y los hechos, esto es un caos terrible.
Porque por encima de los planes nacionales contra la violencia machista o contra las mujeres, por encima de las cifras, los números y las estadísticas. Por encima de las medidas judiciales y de las oficinas de atención a las mujeres con maltrato, por encima de la coherencia política y de las leyes que no valen, por encima de los titulares de prensa, las imágenes robadas de la televisión y los hijos que -tristemente- a veces también son asesinados en manos de los cabrones asesinos de mujeres. Por encima de las declaraciones de los políticos, del Observatorio contra la violencia, de la reunión de la Mesa Nacional que busca soluciones, por encima de las togas y las casas camufladas, de los cambios de nombres y las denuncias al 016...
Por encima de Engracia, Daysi, Encarna, Maria del Carmen, Pepa, Maria, Leonor, Marta, Ana María, Laura, Rosario, Angelita, Rosmary, Samanta, Inmaculada, Belén, Isabel Mari, Yoyi...
Por encima de todo eso, son vidas. Vidas humanas de mujeres que están siendo asesinadas vilmente por desarmados y locos a los que hay que apartar de esta sociedad de locura.
Por encima, es solo por encima.
(Fotografia de RTVE)
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