viernes, 30 de diciembre de 2022

La Última del Año


En pocas horas se nos escapa de las manos el año 2022 que hemos vivido intensamente y que promete dejar paso a un nuevo 2023 lleno de ventura, salud y felicidad, como versan los buenos deseos de la buena gente que nos rodea...

    Dejaremos atrás el final turbio de una pandemia que nos ha robado el corazón de gente a la que queríamos mucho y que no sabemos si regresará para atraparnos. Dejaremos atrás malos momentos, alguna noche de UCI -cosas de demasiado corazón que dijera mi admirado JuanJo Téllez-, un poco de viaje en avión y muchas horas de trabajo y de madrugar para no faltar al tajo.

    Dejaré atrás un hermoso pregón del Costalero que hice con el corazón y con todo el amor del mundo, un montón de besos a mi nieta y a mis hijas y algunas comidas con mis hermanos en los buenos sitios del buen yantar de esta tierra.

    Dejaré atrás un espacio de mi Cádiz que nunca olvidaré y que me usurpó un personaje al que le gusta mas el brillo de las monedas que el brillo de los corazones. Dejaré muchas horas de playa al sol, de buenas comidas con amigos de siempre, buenas charlas con gente que sabe de la vida, buenas copas, de vez en cuando, con las mejores compañías. Dejaré sueños que son difíciles de cumplir y realidades que son las que son. Sin mas.

    También dejaré mis horas de trabajo, las bajas y altas temperaturas matinales, mis amaneceres cuando nadie conduce por las carreteras, mis ciudades fetiche y mis amigos a este y al otro lado del océano grande.

    Esta, este será mi último día de trabajo laboral hasta el martes día 3 de enero, el año que viene, que volveremos de nuevo a las andadas por estos lares, si sobrevivimos a las campanadas de un año difícil en el que vi mi despedida cerca y me dieron besos casi todos los días del año.

    Será la última. La última de este 2022 de golpes; buenos y malos. Como casi todos los años. Hasta que Dios quiera.

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