domingo, 14 de marzo de 2010

Madre

Hoy 15 de Marzo hace cinco años que no te tengo a mi lado. Y desde que te fuiste sin decir adiós te he visto mil veces, aunque no estés. Cuanto he pensado y cuanto he sufrido tu adiós sin despedida. 5 años sin la mare que me parió, cinco años sin tu mirada, sin tus manos y sin tus besos.

5 años desde que te escribí aquello de “La puerta está abierta” y cinco años desde que somos mas huérfanos y menos hijos.

Y que no daría yo, como dice esa canción con la que se me hace un nudo en la garganta cada vez que la escucho, por recorrer otra vez aquellos patios cuarteles donde mi inocencia se perdía entre escalones. Y los primeros Reyes, el camión gigante, el Exin Castillo o el armario que un día tiré a la abuela Isabel, mientras tú me buscabas por la casa para azotarme merecidamente por la travesura.

Que no daría yo por repetir de nuevo el viaje a Lourdes con el Yuyu, esconderme de Lourdes Aguilera y enfadar a la abuela mientras tú solo tendías la ropa de tus hijos. Que no..., que no daría yo por ser monaguillo de nuevo en Puente o Santiago, pasar las noches largas en Zahara junto a la Casa de la Pradera de un solo baño, que hace poco los etarras han querido volar... y saltar por las dunas de la playa mientras escuchaba por la radio a Pepe Ojeda hablar de la explosión de unos barcos en La Colonia del Puente hace ya no sé cuantos años. Que no daría yo, Madre.

Por volver a escribir los libros que tú me vistes, en vestir con corbata en las paredes por carteles de la política, en dibujar castillos de arena en la esquina del Bar Playa, en venir corriendo a casa con las fichas que me daba El Colinche para los coche-choques de la feria, en tirar flores a la Virgen del Carmen desde la azotea de la casa donde nos bendecía a toda la familia, en besarte madre, besarte una y mil veces con los besos que me faltaron.

Que no daría yo por saltar el poyete, quemar el enjambre de abejas, llegar muerto por las largas caminatas de los boy-scouts, coger el autobús con mi hermano Javi de la mano desde la Avenida España hasta Puente un viernes y otro y otro... Ay, que no te daría yo de abrazos, besos y caricias que no me dieron tiempo. Que no te entregaría si te tuviera solo un minuto mas y te pudiera decir, aunque fuera al oído, cuánto no te dije en una vida de mas de 40 años.

Cinco años y parece que fue a ayer y parece que ha sido una eternidad. Sin ti, sin tenerte al lado pero teniéndote conmigo todos los días del año y sufriendo y amando contigo y callando y hablando por ti.

No te escribiré mucho mas en mi vida, Madre. Sabes que los sufrimientos forman parte de la intimidad de cada uno y yo te llevo dentro de mí hasta el último suspiro en que diré tu nombre y alguno mas. Mientras, aguarda. Espera donde me estés esperando, que ya sabes que tenemos que hablar. Tenemos que hablar, Madre, de muchas cosas...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

me pones los pelos de punta, leer esta tan maravillosa carta, un abrazo.

Anónimo dijo...

Que bonito , amigo , Ledesma. Creo que estos sentimientos son extremadamente sinceros, hecho que te honra, y de verdad deberiamos aprovechar mas los tiempos con "nuestras madres que nos parió"

Anónimo dijo...

MADRE HAY UNA SOLA, Y PIENSO QUE LO SABES. A VECES NO LE DAMOS TODO LO QUE QUEREMOS, PERO SIEMPRE PENSAMOS EN ELLA. ELLA NOS CUIDA Y AMA SIEMPRE, DESDE DONDE QUIERA QUE ESTÉ, Y POR ESO NOS CONFIAMOS Y CONFIAMOS EN ELLA. HAY QUE DAR TODO LO QUE SE PUEDA EN VIDA, A LAS PERSONAS QUE MAS SE AMAN. SEGURO QUE TU MADRE SABE Y VE CUANTO LA QUIERES Y AÑORAS. SEGURO TE SEGUIRÁ AYUDANDO. Y SEGURO TAMBIEN HA LEIDO YA ESTAS MARAVILLOSAS Y SENTIDAS PALABRAS DESDE EL PARAISO DONDE ESTÁ ESPERANDOTE, NO LO DUDES NUNCA.

cruzcampo82 dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
cruzcampo82 dijo...

Toda madre le hubiese gustado tener un hijo que sienta lo que tu siente por tu madre. Digno de leer. GRACIAS