Con la que está cayendo ahora en el Reino Unido me reafirmo en que yo quiero ser un bisagra, pequeño y grande a la vez, pero bisagra.En muchas ocasiones, mi buen amigo y hermano Antonio García dice esa frase impresionante para un político: "…vótame, pero no me votes mucho". Acertado y afinado, como siempre claro.
Dimite Gordon Brown en un pedazo de marrón de resultados electorales que ha dejado el partido de los laboristas un poco destrozado, David Cameron marca diferencias notables con los liberales de Glegg porque no se ponen de acuerdo con las opiniones sobre el asunto de Europa y hasta hay quien propone al "bisagra" que no se preocupe que se hará un referéndum sobre la reforma electoral que está hecha un desastre en el Reino Unido por aquello de que sacando mas votos que otros partido llegas a sacar hasta casi la mitad de los representantes que el primero, total, un desatino. Lo dicho.
Con todo eso y a la vista de cómo se presentan las cosas por mi tierra; con un plenario de Mancomunidad nada claro para las elecciones de Mayo de 2011 y que podría ser determinante para el futuro, con los Ayuntamientos sin resultados electorales firmes y con una fragilidad y debilidad manifiesta en los grandes partidos que ya nos rompieron tantas veces el corazón, hoy mas que nunca quiero ser bisagra.
Grande o pequeño, pero bisagra. Posiblemente los "bisagras" logremos cambiar el mundo que nos rodea y lo terco de un sistema que hay que transformar poco a poco, antes de que se nos muera. Y si no, que le pregunten a Rosa Díez
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