Este domingo ha hecho un día espléndido, como el de ayer y el del pasado viernes. He estado con la familia en el campo, con comida incluida y disfrutando del sol, la suave brisa y la crecida de las hojas de los árboles y las plantas que ya quieren romper con la cercana primavera que entrará este 21 de marzo, como cada año.Y he podido ver como la fuerza de las aguas, las últimas lluvias de esta temporada han hecho sus estragos en todos los caminos, monte y carriles de mi pueblo. He notado que la fuerza del agua puede mas que la fuerza del hombre. Otra vez me he quedado pequeño ante la dimensión de la naturaleza que crece y crece y nos hace cada día mas pequeños.
He podido comprobar que los surcos de la tierra conducen siempre al líquido elemento mas allá de la bravura del ser humano y mas adentro de las entrañas de los hombrecillos que poblamos este planeta al que llamamos tierra.
Así son las cosas.
1 comentario:
Querido amigo, ya sabemos que no hay mayor fuerza, que la fuerza de la naturaleza. Es grandiosa por sus creaciones y temible por la forma en la que arrasa, destruye...
Así es la gran madre del mundo, la constructora de vida; que como buena madre, llama la atención, regaña e incluso castiga cuando nos pasamos con ella, cosa habitual en los hijos.
Un saludo
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