Ayer se cumplió dos años de las concentraciones del 15 de Mayo de 2011 que dieron paso a una nueva forma de ver la política y la sociedad española. Fue la explosión de una revolución social que llenó nuestras calles y plazas y que crearon un espíritu de libertad y de poder en la calle como no se había visto hasta entonces desde, posiblemente, los primeros años de la democracia que va camino de cumplir los 40 años.
Se plantearon soluciones, alternativas, propuestas e ideas que, en la inmensa mayoría de los casos, han quedado aún en eso, en propuestas sin respuestas.
El espíritu de esa libertad, de las peticiones -en su mayoría justas y creíbles- sigue reinando en el aire de esas plazas y calles en las que algunos estuvimos en alguna ocasión.
Muchas de esas propuestas luego se canalizaron como peticiones a los gobernantes en varias mareas. Marea blanca, marea verde, marea naranja... han sido reclamaciones sectoriales por nuestra educación, sanidad, justicia que aún no han encontrado las respuestas de nuestros gobernantes. Sobre todo de los gobernantes estatales y regionales.
Creo que el espíritu sigue vivo. Y me alegro. Tendremos que cambiar muchas cosas después de casi 40 años de libertad y democracia que, parece, pasan por cambios en nuestra Constitución que den paso a cosas importantes como la definitiva remodelación de la administración pública, la eliminación del Senado y de las Diputaciones, la instauración de listas abiertas y un montón de cosas mas.
Pero mientras el espíritu sigue reinando en el aire, no muy lejos de las nubes, nuestros políticos están mirando para otra parte. Una pena.
1 comentario:
Estimado Sr. Ledesma:
Quizás no sea este el mejor lugar para hacerle llegar un ruego ya que ni si quiera tiene que ver con el tema de este mágnifico artículo, pero no sé bien como hacerlo y que sea público.
Soy sanroqueño aunque vivo en La Líea y anoche tuve la oportunidad de asistir a un estupendo concierto de pulso y pua a beneficio de Cáritas parroquiales en el teatro de nuestro pueblo. Suelo asistir a todo lo que puedo y de paso reunirme con mis amigos de la infancia. Eché de menos la presencia de políticos, no vi a ninguno de ningún partido, ni siquiera a la concejal de Cultura, muy dada ella a salir en las fotos y chpar cámara. A lo mejor es que como no fue la TV municipal y el numeroso público que asistimos al teatro no éramos de su agrado ni se molestó en ir. Pero aparte de anécdotas, mi sorpresa fue que visitando las salas del teatro para ver el legado de Juan Luis Galiardo junto a mi esposa, ella se percató de que no estaba por ningún rincón el busto de Paco Jimenez que un grupo de sanroqueños pagamos de nuestro bolsillo. Preguntamos al personal del teatro y nos dijeron que estaba guardado. Preguntamos la razón y nos dijeron amablemente que esa pregunta la teníamos que hacer en la Delegación de Cultura.
Parece mentira la falta de respeto a un hombre que hizo tanto por San Roque y por el teatro. Desde aquí le ruego que tome usted cartas en el asunto y pregunte en el próximo pleno para que le rspondan el por qué no está puesto en algún lugar del edificio y si no quieren ponerlo que nos lo devuelvan o se lo den a la familia.
Muchas gracias.
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