viernes, 17 de mayo de 2013

Olor a Tinta

Salía a las cinco de la tarde de clase, los horarios de las escuelas de aquellos años. Vivía en la Avenida de La Banqueta, muy cerca de la Calle Gibraltar 13, donde nacía cada día. Mi paso por su puerta era una emoción para los sentimientos, yo sabía que dentro de aquella casa había de existir algo mío. 
Algunas mañanas, muy temprano, camino del colegio, también pasaba por su puerta y me llegaba el intenso olor de la tinta del periódico recién hecho, recién estrenado, recién parido...
Así pasaron los años, después de aquellos míos de la infancia hasta que un día visité su taller. Luego la redacción y luego al director y fundador de esa Casa, don Antonio Gómez Rubio, que formarían parte de mi vida.
Poco después las primeras crónicas que mandaba mecanografiadas desde San Roque en el autobús de las 3 de la tarde y que recogía el recordado y llorado Pepe Correa para verlos luego publicado al día siguiente. A principios de mes, como siempre y puntual las primeras pocas miles de pesetas que recibía de mi, casi, primer salario de la vida. Y, al mismo tiempo, la primera escuela viva de periodismo y periodistas del Campo de Gibraltar.
Luego llegaron otras aventuras; la Cope, EuropaSur, Canal Sur, las Televisiones de San Roque y Algeciras... el periodismo que mamamos y del que nos enamoramos para hacerlo nuestro modo y forma de vida.
Hasta hoy. Que "Área" ha sacado a la calle su último número y con él, estoy seguro, mas de una lágrima.
Los nuevos tiempos, las nuevas tecnologías, los nuevos mercados, la grave crisis que soporta el país y el sector... imagino que mi admirado y querido Josan no lo habrá pasado nada bien en esta selva de dificultades y en estos últimos meses en los que Area ha intentado sobrevivir como mejor ha podido.
Hoy se abre una nueva ventana a la actualidad con una página digital y hoy se cierra el olor a tinta que impregnaba nuestras manos y nuestro alma con este querido Diario del Campo de Gibraltar, hecho aquí y tantos años paridos aquí y se abre una nueva esperanza que uno desea tenga lo mejor. 
Pero atrás se quedan muchas horas de trabajo y de esfuerzo, una escuela de enseñanza única, muchas horas junto a Paco Villalta, Rubén Almagro, Antonio García, Juan Domingo, Carlos Almagro, Pepe Correa y tantos y tantos que forman parte de nuestro paisaje y de nuestra memoria de buen ciudadano.
Lo siento. De veras. Deseo lo mejor a la familia Gómez-Amado y deseo lo mejor a una empresa nuestra, de la comarca y valiente que ha sabido capear todos los temporales.
Nuestro Sur del Sur está necesitado de buena gente y de buenas empresas y proyectos que sirvan para mejorar este marginado siempre Campo de Gibraltar. Como Area que siempre estuvo por los intereses de nuestra comarca. Volverá, no le queda otro remedio, volverá.

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