La discusión era enorme a primeras horas de la mañana de este lunes. "...que si, que si, que seguro que viene". "...esta no aparece por aquí, ni de milagros....". Y así, en el viejo bar de la esquina, aquel cercano a lo que conocemos como "la Rotonda del Tanatorio", Juan y Antonio se enfrascaban en una discución esteril que al final, dio la razón al amigo Antonio, que ya sabe de estas cosas un montón.
Finalmente, el nuevo hospital de La Línea. Si, ese que lleva casi dos años parado en sus obras. El mismo al que han saqueado los delincuentes y se han llevado cableado, sanitarios y no se que mas. Ese que le queda aún por terminar algunos millones de euros y que no importa nada para la Junta de Andalucía, ni para la Presidenta Susana Díaz, ni para los socialistas del Campo de Gibraltar, ni para los de la Ejecutiva provincial gaditana... Ese mismo Hospital que se nos cae, mientras la gente se muere en un centro que es tercermundista en La Línea y al que teme ir hasta los que caen enfermos... ese mismo hospital de los recortes de la Junta de nuestra región... ese mismo, se quedó sin la visita de nuestra Presidenta, Susana.
Ya era hora que viniera a la comarca del Campo de Gibraltar, a la misma que sigue siendo la hermanita pobre de los parados de Andalucía, la de las mayores tasas de desempleo, la de las mayores industrias de nuestra región, la de las colas y tantas cosas. Esta es la comarca del eterno fracaso. Pero no ha sido capaz. No ha tenido vergüenza de venir a La Línea, aquí, muy cerca de "las rotondas del tanatorio" a ver como están las paradas obras del nuevo hospital que tantos años llevamos esperando la gente decente de esta comarca.
No me hablen de recortes, no me hablen de crisis, no me hablen de prioridades, no me hablen de mejoras sociales, no me hablen de vergüenza. Esa misma fue la que se le cayó en el suelo a la presidenta de la Junta de Andalucía el día que vino a la comarca y no visitó el hospital de nuestras penas.
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