martes, 15 de abril de 2014

Viene La Señora

Me lo enseñaron desde que era un chaval, aunque no hizo falta aprender mucho de la divinidad de una de las imágenes mas espléndidas de las que recorren nuestras calles sanroqueñas.
Desde hace muchos años, mas de la mitad de mi vida, no te falto. De una u otra forma, pero estoy cerca de ti. No podrán con eso.

Me podrán quitar la voz, la palabra, los gestos, las manos. Pero no me podrán quitar que te mire a la cara, frente a frente. Que Tu y yo nos veamos con sinceridad y con el cariño, Madre, de tantos años.

Y ya estás aquí otra vez. Cargada con el hombro de entusiastas y siempre jóvenes costaleros que proclamarán tu fe a lo largo de todo el año.

Te seguiré Madre. No seré un creyente ejemplar, ni tan siquiera un cristiano especial. Pero nadie podrá quitarme que te siga un poquito mas. Aunque solo sea por los Miércoles Santo. Ahí, en el Hospital, en La Visitación, entre casas y calles centenarias que respirarán con el intenso olor de Las Angustias.

Es Ella un año mas. Ahí viene La Señora.

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