La marca "Podemos" en las últimas elecciones autonómicas andaluzas se han venido basando en el machaqueo sobre los asuntos que enturbian la vida pública de lo que ellos llaman "la casta". Corrupción, recortes, crisis, ayuda a los bancos, desprotección de los débiles, etc., etc...
La candidata a Presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Diaz, ha venido manifestando a diario en actos de campaña, mítines y alusiones en los medios de comunicación que "...no pactaré con el PP ni con Podemos, no pactaré ni con el PP ni con Podemos...". Hasta el 22 de Marzo. Día de la voz del pueblo en las urnas.
Ahora resulta que la señora candidata a Presidenta necesita votos para alcanzar la "estabilidad" que le echó en cara no tener a los que se quedaron con la cara partía de Izquierda Unida, y pide "responsabilidad" para seguir siendo "casta" cuatro años mas.
Ahora, los de Podemos se la juegan todo a una carta. Todos sabemos que si de una u otra forma contribuye a que Susana Díaz sea presidenta de la Junta de Andalucía se juegan el 50% de credibilidad de lo que dijeron y prometieron desde que los perroflautas iniciaron su andaduda en la vida política de este país.
Si Susana Díaz admite, de una u otra forma, el "apoyo" de la gente de Podemos en su investidura, habrá perdido también su primera gran credibilidad como Presidenta por hacer lo que prometió que nunca haría.
Un dilema que se deshojará en pocos días. Con vistas a unas municipales en la que todo el mundo coincidimos que los resultados no tendrán nada que ver con los de 22 de marzo. Aquí, en las locales, ya nos conocemos todos mucho mejor.
No lo tiene fácil Podemos en su primera singladura.
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