jueves, 28 de julio de 2016

La Tradición de la Madera

En estos días se ha inaugurado la nueva puerta de la Iglesia de Santa María la Coronada que los españoles venidos de Gibraltar construyeron allá por los finales de 1700. Esta es la tercera puerta que se instala desde entonces en unas tablas que han visto correr los años de un pueblo que se ubica en una de las cimas mas bonitas de la provincia de Cádiz. Por el atrio que sostiene las puertas enormes han corrido bodas y comuniones de todo el pueblo en estos tres siglos, entierros de los vecinos -unos ricos otros pobres, todos al final al San Miguel sanroqueño- y se ha visto todo tipo de acontecimiento que conjuga el devenir de un pueblo que sigue fiel a tantas cosas... príncipes, reyes, ministros... Las nuevas puertas que se han construido gracias a la generosidad de las aportaciones voluntarias y personales de los feligreses -y esto me parece muy bien-han sido construidas por los talleres de Huertas. Francisco Huertas. Un carpintero extraordinario, además de extraordinaria persona que se ha empeñado en ponerle en la obra todo el amor que se le puede entregar a una tercera puerta que hará historia. El y la puerta. Huertas, como Palomo, con el que compartió empresa y virutas durante medio siglo han hecho miles de piezas en madera que le han forjado como unos profesionales de primer nivel, reclamados por propios y extraños. La empresa continúa, afortunadamente en estos tiempos de crisis, con nueva sangre e ilusiones. Y me alegro muy mucho de que mi amigo Huertas, junto a su descendientes y sus buenos profesionales hayan construido el soporte de la entrada de La Coronada sanroqueña. De corazón, enhorabuena.

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