La Universidad forjó siempre la herencia del saber y la cultura de las generaciones. Su permanencia en las ciudades del ayer y del hoy han supuesto siempre un alarde de progreso, libertad, sabiduría y conocimientos.
En los últimos tiempos, lamentablemente, se está degradando la imagen de la Universidad, al menos la imagen de la Universidad Rey Juan Carlos I. Y mucho.
Los casos de master de dudosa credibilidad con sus respectivos escándalos que se están haciendo público y que están afectando especialmente a políticos de nuestro país está dejando la credibilidad de esta institución universitaria con "tres palos en el sombrajo", que diría mi tia Adela.
Y nadie puede negar que, además de la cara dura de los políticos "afectados" por este asunto, la Universidad tiene que ver y mucho. Su falta de escrúpulos en "fabricar" títulos deja mucho que desear sobre lo que es la responsabilidad de una Universidad y sus honestos menesteres.
Aquellas universidades, que con dignidad las sigue habiendo por medio mundo, que aún siguen soñando con esos principios de verdad y lealtad.
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