viernes, 15 de marzo de 2019

Jóvenes y Valientes

Impactado, al menos impactado, que no sorprendido, desde luego. La mejor manera que siempre hemos tenido los seres humanos de manifestar nuestras inquietudes ha sido con las manifestaciones, las protestas -muchas en silencio- para decir que no. Que no están, que no estamos de acuerdo.

Y por eso estoy sorprendido porque es verdad que la juventud en los últimos tiempos me parecía mas de otro tipo de manifestaciones que no de las del medio ambiente y nuestra cultura del medio, tan importante para nuestra propia supervivencia.

Recuerdo aquellos primeros años del grupo "Verdemar" en defensa del medio ambiente en el Campo de Gibraltar hace ya mas de un cuarto de siglo, tantos o mas que los amigos de "Agadén", al que perteneciera el recordado Kiko Rebolledo y que mas de un dolor de cabeza diera a empresarios, industriales y malversadores de nuestro hábitat.

Y recuerdo las largas conversaciones con amigos comprometidos seriamente con el proteccionismo con los que siempre hemos hablado de chimeneas, desagües y vertidos incontrolados. Ahí está el Arroyo de La Napoleona.

Como también me viene a la mente el Convenio suscrito y aprobado en su día en el Ayuntamiento de mi pueblo con la antígua CTBA, luego ENEL, después VIESGO y hoy ya ni se quienes son, por el que me peleé a muerte hasta conseguir "el mejor convenio de la historia de este pueblo" que dijera el tristemente desaparecido Alcalde Pepe Vázquez sobre ese acuerdo en el que logré derribar las dos chimeneas mas altas y contaminantes del arco de la Bahía del Campo de Gibraltar. Algo que nunca nadie ha reconocido (ni yo lo hice para eso) y del que no se ha terminado de cumplir el convenio por intereses personales de algunos que mantienen el carnet del partido que hundió esta tierra hermosa para convertirla en amasijo de hierro y petroleo.

Me alegro por esos jóvenes de ahora, por esos carteles, por esos "Viernes Verdes" en todo el mundo. Me alegro por esos valientes niños y niñas que son capaces de comerse el mundo, de luchar como en la Revolución de los Claveles o el Mayo Francés, como esos de chaqueta de pana que dieron luz a la tristeza de una transición que nos sirvió a los españoles para vivir en democracia.

Orgulloso de estos chavales, ellos saben que el "monstruo" al que se presentan no es fácil ni cómodo, que los intereses y el capitalismo les humillará y les presionará, pero seguro, seguro, que sabrán sobrevivir. Como "Verdemar" y "Agaden" se han mantenido mas de medio siglo. Y como yo logré aquel Convenio que derribó las dos chimeneas de morros de las que ya nadie se acuerda.

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