sábado, 2 de mayo de 2020

50 días, 50 noches...

Ocho y media de la mañana. Día segundo de mayo de este duro y difícil 2020. Dispuesto a seguir siendo escrupuloso con las normas del Estado de Alarma en mi país. A caminar se ha dicho. Han sido 50 días y 50 noches muy distintas y no como el genial bolero que Sabina cantó de Chavela Vargas. 50 días sin ver la claridad del mar...

Mucha gente aunque todo el mundo respetando las distancias, la seguridad y las normas impuestas en este castillo sin candado que hemos convertido el mundo, desde la corta distancia de un confinamiento complicado para los seres humanos. Especialmente para los que no sabemos vivir sin relacionarnos.

Unas parejas que caminan a paso rápido, un matrimonio de avanzada edad que se sujetan y dan, posiblemente sus primeros pasos juntos en la calle, después de 50 días. Unos jóvenes que corren avispados y sudorosos, decenas de ciclistas separados a una buena distancia para padalear después de casi dos meses y el mar...

El aroma del mar tan cerca y tan lejos. Sin verlo en todas estas semanas, sin palparlo, sin respirarlo. Un día clamoroso de julio o de agosto en el principio de este mayo de 2020 extraño en el que ya nos hemos sumergidos.

La línea de mar límpia y serena sin ninguna bruma en el paisaje. Al fondo Ceuta, el Estrecho de Gibraltar y Gibraltar, la Roca. Mucho verde, mayo florido de intenso verde que se cuela en el papisaje obligado con la amalgama de colores de las flores de mayo.

Una señora dice alto, andando con su pareja que está viendo mas gente que nunca en una mañana de rutina de sábado sin confinamiento. Otros mayores hablan en una parada discreta del camino deportivo diciendo que no llevan mascarillas "porque la tele ha dicho que no son obligatorias".  Y está bien.

Y otra vez mas el mar. El suave mar sin el que no puedo vivir, ni respirar. Cadiz rodeada de mar y de sal, Málaga llena de mar y de brisas de mar. Divinidades que nos pusieron a los humanos para disfrutar.

Ya todo vuelve a ser casi igual, pero nunca será igual. Alguien nos robó 50 noches y 50 días de vida maravillosa.

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